POR QUÉ ESTE BLOG


Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.

Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.

Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.

A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.



lunes, 17 de octubre de 2011

CALLE DEL CALVARIO






El día 16 de noviembre del año 2009, casi al comienzo de esta andadura llamada “La Brecha Mirobrigense”, quise referirme al penoso estado de una de las calles del recinto amurallado, concretamente la calle Enrique Zarandieta: calle a la que hoy propongo cambien su nombre por el de “calle del Calvario”. Y justifico esta propuesta por el increíble deterioro de la misma (véanse las fotos adjuntas). Y todo esto por mi afán de llamar la atención desde estas páginas del palpable riesgo que supone para las personas el mantener una calle en tan lamentable estado, además de poner en evidencia la desidia de nuestros gobernantes.
Nuestros gobernantes, después de unas elecciones por medio, siguen siendo los mismos, no así el estado de esta vía pública, que ha ido a peor.
A menos que se calcen botas de trabajo, de esas reforzadas, el pasar por esta calle con calzado normal sólo puede acarrear torceduras y esguinces. Suerte para el Consistorio que, a pesar de ser una calle habitualmente transitada por personas de avanzada edad (dado que el Hogar del Pensionista, así como la residencia de la tercera edad San José se encuentran en las inmediaciones) no haya habido que lamentar desgracias mayores.
Los baches, casi escalones como podéis observar, se hacen infranqueables para personas con movilidad restringida. Las aceras, inexistentes prácticamente de lo angostas que son, donde las hay presentan mellas que hacen aún más difícil esquivar un coche cuando alguno circula por semejante trecho.
Y si nos desplazamos más allá del final de dicha rúa (allí donde confluye con “Domínguez Bordona Historiador”, a las puertas del Palacio de Justicia), qué decir allí: el pavimento está completamente hundido y las personas deben sortear como pueden semejantes obstáculos; y los coches saltan de tal manera al pasar por este desnivel que alguno acabará dejando allí la suspensión.
De acuerdo que no hay dinero… Pero al menos parcheen vds. Esa zona con unos saquitos de cemento, que no han de ser muy caros, aunque sea una solución temporal, porque la situación actual es deprimente y peligrosa.

1 comentario:

  1. Qué se puede comentar al respecto: sencillamente que es penoso y una vergüenza tener así una calle. Bachépolis debería llamarse esa ciudad, y no Ciudad Rodrigo.

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