POR QUÉ ESTE BLOG


Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.

Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.

Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.

A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.



martes, 15 de noviembre de 2011

¡ARRÍENLAS YA!





Creo que con ésta son ya tres las entradas referidas al mismo tema: las banderas que “adornan” nuestras calles… Bueno; esto último leedlo con ironía pues desde hace ya tiempo ensucian y estropean más que sirven de ornamento.
He de decir que a mí, personalmente, nunca me gustaron. Me recordaban a las verbenas de los pueblos por su exagerada presencia.
Me permití criticar entonces su colocación y tiempo después, cuando éstas, en vez de ondear al viento no son ahora más que trapos enganchados, enrollados y sucios por el paso del tiempo y de sus inclemencias. También desde estas misma páginas elevé mi protesta.
Pero la situación actual es más que penosa: resulta desagradable ver los trapos (que no enseñas) rotos, desgarrados, sucios, colgando, hechos jirones y tiras como en las fotos os muestro. Me parece que en vez de honrar a los países a los que representan, la lamentable situación en que las banderas se encuentran no hace otra cosa sino ofender a los súbditos de esos países cuando nos visitan y ven su bandera nacional de semejante guisa.
Ahora, a pocas fechas de que los adornos navideños hagan su aparición, me ha parecido un buen momento para recordarles a nuestros ediles que estas enseñas deben descolgarse. Y así, a la vez que se colocan los ornamentos propios de la fiestas navideñas, se podía aprovechar para retirar estas telas, en una misma acción. No supondría gasto alguno económico añadido, cosa tan recurrente en estas fechas de crisis. Como puede deducirse me preocupa que, con la disculpa de la falta de personal, tengamos que seguir aguantando esta fea imagen mucho más tiempo.
Por favor, háganlo simplemente para evitar deteriorar aún más nuestra ciudad, arríen de una vez las banderas. Serían un buen regalo de Navidad.

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