POR QUÉ ESTE BLOG


Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.

Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.

Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.

A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.



domingo, 18 de diciembre de 2011

LUCES PARA ANIMAR






Por fin, y después de muchos desacuerdos entre comerciantes y Ayuntamiento, ya están luciendo los adornos navideños en las calles de Miróbriga. Observad la nueva iluminación de la Casa Consistorial: parece instalada a desgana y además desluce el conjunto monumental.
Esas luces, según algunos estudios de los instruidos en la materia, provocan la aparición del “espíritu navideño”, invitándonos a gastarnos el dinero en regalos y en pequeños placeres que estos días, eminentemente gastronómicos, nos ofrecen.
Así que, si los estudios de mercado son ciertos, pongamos a todo volumen los villancicos y llenemos de luces nuestras casas, calles y plazas. Porque es indudable que el ánimo colectivo está bajo, que la gente tiene miedo, que la incertidumbre del no saber qué va a pasar hace que, hasta los que tiene más o menos garantizado el sueldo, se cohíban a la hora de consumir; con lo cual la economía de estanca y de este agujero o circulo no salimos.
Animémonos, ya sea con luces, con música o con el propósito de no dejar para mañana lo que podamos gastar hoy (si me permitís que cambie un poco el refrán tradicional), por lo que pueda venir…
Y, a ser posible, gastemos aquí, en nuestra ciudad. Ya sé que en Salamanca hay más variedad y, tal vez, precios más asequibles (aunque esto no siempre es así), pero pensemos un poco egoístamente en nuestros conciudadanos. Seamos, pues, “nacionalistas”, aunque vivamos en un mundo global y comprendamos que el dinero que se queda aquí repercute en todos nosotros de una manera u otra y que ya es demasiada la sangría de dinero que, ganado en Ciudad Rodrigo, acaba gastándose en Salamanca.
Son docenas los sueldos de gente que trabaja en educación, en sanidad y en algunas otras instituciones de Miróbriga que, al no residir en nuestra ciudad, no nos benefician directamente. Claro que cada uno es libre de comprar donde quiera (¡faltaría más!), pero creo que en momentos como éstos, en los que vemos agonizar a algunos establecimientos, deberíamos comprar solidariamente. Aquí dejo este comentario que quizás levante polémica.
Y Ahora, al final, sólo desearos que paséis unas FELICES FIESTAS y esperar que el Año Nuevo podamos iniciar la tan deseada recuperación económica.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

NIEBLA EN EL PUENTE






Ya llegó el ansiado Puente. Puente que muchos Castellano-leoneses no hemos podido disfrutar ya que la Consejería de Educación de la Junta no ha creído oportuno concederlo, cosa que no ha sucedido en otras autonomías, en las que los niños han estado libres de sus clases, permitiendo así a sus padres tomarse unos días de respiro.
Ciudad Rodrigo es, en este tipo de fiestas, lugar de acogida. Son muchos los mirobrigenses que, debido a las circunstancias desfavorables que su ciudad natal tiene, han de buscarse el trabajo allende sus fronteras, y son ellos mismos (farinatos y comarcanos) los que corren a visitarnos en cuanto tienen unos días libres. Por ello estos pasados días (y preveo que más los que se avecinan) vamos a cambiar nuestras silenciosas y vacías calles tan envidiadas por los que viven atrapados en las grandes urbes, por otras más bulliciosas y concurridas, esas que anhelamos los que vivimos aquí. Nuestros comerciantes y hosteleros, los pocos que ya quedan tras esta brutal crisis mundial, podrán tener un balón de oxigeno en sus desnutridas cajas.
Y en esta intermitente semana en la que el tiempo acompaña, pues no es demasiado el frío este año: las heladas se resisten, permitiéndoos gozar de un otoño, hasta el momento, insólitamente calido y en el que aún se puede pasear.
Nos hemos levantado a días con una climatología igualmente alterna: mañanas de niebla en las que la bruma persistente cubría con una especie de velo la ciudad, como queriéndola resguardar, escondiéndola de miradas curiosas y mostrándola como un regalo, después que aquella levantaba. Tardes, por el contrario, luminosas (aunque mínimas) y que invitan a charlar con los amigos ausentes, esos que ves de fiesta en fiesta, con la alegría del reencuentro y la promesa de vuelta en las próximas fiestas navideñas. Pero también ha habido ausencias. La de esos que no han podido tomarse unos días de asueto o la de aquellos que, por desgracia, tienen demasiado tiempo libre y que ni siquiera el venir a su tierra se pueden permitir. A todos aquellos que no han podido disfrutar de su ciudad y de su gente, les envío esta entrada, para que puedan disfrutar (aunque sólo sea a través de imágenes) de eso que tanto añoran. Hasta pronto.