POR QUÉ ESTE BLOG


Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.

Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.

Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.

A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.



martes, 31 de agosto de 2010

¡PENOSO!







¡Qué deprisa pasa el tiempo! Ya va a hacer un año desde que emprendiese esta aventura llamada “La Brecha mirobrigense” y parece que fue ayer, Un año después nos encontramos los mismos escenarios de protesta por los que me lancé a denunciar. Ha pasado el tiempo, y nuestras autoridades con su acostumbrada inacción... Han dejado que éste pase, cobrando pero sin hacer casi nada de lo que se les ha demandado.
El Viernes 9 de octubre de 2009 publiqué una entrada con el título ¡ABANDONO, SUCIEDAD, DESIDIA! en la que podéis ver que las fotos son prácticamente iguales a las actuales: los matojos y hierbas han crecido y los arbustos invaden ya la acera, pero la suciedad, la dejadez y el abandono son exactamente iguales.
El miércoles 3 de febrero de 2010 volví a la carga con una entrada similar en la que, con el título “A vueltas con el antiguo centro de salud”, denunciaba fundamentalmente el estado del inmueble y las humedades que lo adornaban. Los hierbajos estaban secos los arbustos aún no habían florecido, pero la imagen era deplorable.
Llevo pasando todo el verano por esa acera y la sangre se me enciende cada vez que lo veo. Por eso nuevamente (y perdonadme por ser repetitiva) llamo la atención sobre el edificio y sus jardines y reclamo que desde aquí se me una la gente para intentar que se haga algo de una vez. Da igual el uso, da igual el destino, pero no dejemos que se caiga ante nuestros ojos, no dejemos que la imagen de esos jardines salvajes y sucios sea la que quede de él.
Es intolerable que esto continúe así. Es el símbolo de un engaño: el hospital prometido. El símbolo del hundimiento de nuestra tierra, del abandono de nuestros servicios...
Y ahora, después de haberme desahogado, os comunico a todos los que me leéis que voy a tomarme unos días de vacaciones… Ahora que todos regresan… Así que os espero en La Brecha dentro de 15 días.

martes, 24 de agosto de 2010

¡VÍA PELIGROSA: RIESGO DE BAÑO INESPERADO!






Había una zona del río en nuestra ciudad que siempre fue considerada por los jóvenes la mejor zona para el baño, la más arriesgada para practicar el salto al agua, dada su profundidad. Era un espacio muy visitado cuando yo era joven. Era incluso un reducto de libertad ¿Quién no oyó alguna vez aquello de ir a darse un baño desnudo a los cañitos?.
Aunque aún hoy algunos se acercan, no ayuda, sin embargo, el entorno por no estar bien acondicionado. Esto es sin duda debido a las obras de construcción del colector general de la ciudad. Obras llevadas a cabo por Aqualia, con el patrocinio del Ayuntamiento, y que se están realizando desde hace ya varios meses.
La fuente (Caño del Obispo, de aguas muy sosas), antaño frecuentada, como criticaba en un artículo anterior está bastante deteriorada y rodeada de malas hierbas.
Pero a mí, personalmente, lo que más me inquieta es el nuevo acceso desde la alameda de “Las Barcas” a “Los Cañitos”. Es cierto que se ha adecentado (falta le hacia) y que ahora este acceso está asfaltado en cemento; pero es un camino demasiado angosto. No sé si se habrán percatado de lo peligroso que resulta pasar en coche por allí. Reconozco que el consistorio puede alegar que está aún en obras, pero si así fuera, ¿no debería prohibir los accesos?
Además, a juzgar por lo que duran las obras en Miróbriga, puede que nos eternicemos antes de que éstas se den por concluidas. Quizás es yo sea algo miedosa, pero reza para no encontrarte con alguien, según subes por ese caminito, porque de ser así podrías acabar dándote un buen chapuzón. Y ya no digo si el coche es conducido por un novel, de esos que creen que se puede hacer un rally por cualquier parte del pueblo… Entonces ya ni rezando te libras del remojón.
¿No se podría poner ahí un quitamiedos o una serie de pivotes de piedra para mayor seguridad?
Estos días en que el calor aprieta y en que el río está tan frecuentado, los conductores incívicos (ésos que no piensan en los demás y que anteponen su aparcamiento a la seguridad de otros) han tomado como lugar de estacionamiento toda esa zona que va desde la alameda hasta la Toma de Aguas próxima y el, ya de por sí, estrecho tramo, al verse ocupado, se hace todavía más difícil. Un coche ha de retroceder para que el otro avance. Lo dicho: toda esta zona está hecha un desastre y deberían pasarse por allí nuestras autoridades, en especial las que tienen competencias en materia de tráfico, para evaluar los riesgos que muestro.

miércoles, 18 de agosto de 2010

¡MARQUESINAS POR FIN!






El 28 de octubre de 2009 publiqué una entrada en este blog con el titulo “Insuficiente servicio”. Me quejaba en dicho artículo de que nadie se había preocupado de poner unas marquesinas en los puntos de recogida del autobús que hace el trayecto hasta el Centro de Salud. Me quejaba de que, cuando llovía, los usuarios de este servicio no tenían ni donde cobijarse. Lamentaba también que no hubiese ni un solo panel informando del horario de dicho servicio.
Parece ser que ésta y otras quejas no han caído en saco roto y este último mes hemos podido ver con satisfacción cómo se iniciaban las obras para arreglar este, a mi modo de ver, desaguisado.
Y como siempre dije, no es sólo la crítica la que me mueve, sino además el bien de la ciudad. Todo lo que en Ciudad Rodrigo se haga bien contará con mi apoyo; y esto se ha hecho bien (tarde, pero bien); por lo cual he querido que hoy mi entrada tocase este tema. Y no me duelen prendas en reconocer los avances que logremos.
Permitidme sólo que discrepe en el modelo de marquesina escogido por nuestras autoridades. Sin duda en su elección ha primado más lo estético que lo práctico.
La Primera marquesina en estar acabada es la del propio Centro de Salud. Las fotos nos muestran cómo ha quedado de bien. Lo único que resaltaría es la escasez de acomodos (apenas podrá sentarse una persona). Creo que, en vez de elegir un modelo en el que primase la comodidad, se ha optado por el diseño… Al menos los usuarios estarán protegidos de la lluvia; no tanto así del aire, pues los cristales apenas cierran el habitáculo.
Espero que ahora se complete la tarea con un adecuado panel informativo en el que consten los horarios (al menos aproximados).
¡Miedo me da que cualquier desaprensivo acabe pintando o destrozando lo que tanto ha costado conseguir!

jueves, 12 de agosto de 2010

FUENTES






Hace ya muchos años, tantos que quizás sólo algunos lectores recordarán, en Miróbriga era costumbre ir a buscar el agua a los caños o a las fuentes. Entonces las redes de depuración y abastecimiento de agua apenas existían y cada cual en su barrio se las apañaba como buenamente podía para proveerse de agua, acarreándola desde cualquiera de las numerosas fuentes que por aquí había.
Hoy en día, cuando el abrir el grifo es tan fácil, la gente ya no tiene que cargar con sus cántaras desde dichas fuentes. No son pocas las fuentes que hoy en día están fuera de uso o han desaparecido por diferentes motivos: el caño de las Tripas, un caño de agua contaminada por las filtraciones urbanas; la fuente de los Cañitos, antaño muy frecuentada; la fuente de San Giraldo, hoy desaparecida por la construcción de la autovía… Aún sigue quedando en algunos la costumbre de ir a buscar agua a las pocas fuentes potables que se encuentran en los alrededores de la ciudad, fundamentalmente a la pedanía de Pedrotoro, cuya calidad de agua procedente de manantial es reconocida por muchos que se desplazan hasta allí, provistos de garrafas, a por el liquido elemento.
Las fuentes han quedado prácticamente de ornamento, porque en ninguna de ellas está colocado el cartel de “Agua potable” que garantizaría más a extraños que a propios un consumo seguro. Más de una vez en mis paseos un grupo de jóvenes me ha preguntado si de alguna de las del casco amurallado se puede beber, y yo pues… no he sabido contestarles porque, aunque antiguamente sí eran potables caños como el de la Plaza del Conde, hoy ya no estoy tan segura.
Por otra parte, la conservación de estas fuentes deja bastante que desear (sin dejar de reconocer que no hace mucho se limpió y se pintó la acogedora Plaza del Buen alcalde con su fuente.
Nos queda la ya emblemática fuente del Árbol Gordo, que siempre fue potable pues el agua provenía del manantial de la Ciñuela. Desconozco ahora su origen así como su salubridad. El entorno de ésta está descuidado y sucio y, de ahí que muy pocos se sientan seducidos por la necesidad de beber de ella. Nuevamente el cartel con la advertencia de potabilidad brilla por su ausencia. Luego están las ornamentales, en la Glorieta, en la Florida o en los Tilos, las tres con el agua bastante sucia.
En la fuente de San Cristóbal tampoco se advierte de si es o no potable. Algunas más hay, como el simbólico Caño del Moro, que da nombre a todo un barrio, y alguna otra repartida por los diferentes barrios, que sin duda se me olvida.
Después de este recorrido le rogaría al Consistorio que las visitase, las adecentase y remarcase con una sencillo cartel si pueden ser o no utilizadas. Sin duda tanto los turistas como los farinatos se lo agradecerán.

jueves, 5 de agosto de 2010

COMANDO OPUPA





Después de las dos últimas entradas en las que los ánimos de algunos se han visto alterados, sobre todo en el caso de la salvaje agresión al Verraco y por la nefasta colocación de las banderas (tema que, según parece, a nuestro consistorio le da absolutamente igual, pues no han movido ni una sola de las enseñas mal colocadas), he decidido rebajar el tono de nuestro Blog y me he propuesto animar el veranito, dándole un tono simpático y divertido a la entrada de hoy.
Para introduciros en el tema he de referirme a un post publicado aquí, en la Brecha, el pasado 6 de mayo, con título “LA CHURRERÍA DE LA COLADA… UN CHURRO”. En aquel post os refería y mostraba el lamentable estado en el que se encuentra el edificio citado. Solicitaba también que alguien se hiciese cargo de su demolición; y advertía del peligro que, tanto para viandantes como vehículos, suponían esas ruinas, por no mencionar ya el penoso impacto estético que suponía tener semejante piltrafa a pocos metros de la Plaza Mayor.
Hace apenas unas semanas leyendo el periódico local La Voz de Miróbriga, me enteré de que alguien con gran sentido del humor, al tiempo que con un gran sentido de responsabilidad social, había reivindicado la acción de delimitar el edificio de la churrería con cinta de peligro (como la que usan habitualmente las autoridades para impedir el paso a ciertas zonas), fijando además un cartel en el que se identifican como “Comando OPUPA”, prometiendo que seguirían realizando acciones de este tipo.
Dado que la idea me pareció curiosa y original, a la par que muy conveniente, he decidido darles desde aquí mi apoyo.
Habitualmente utilizo este altavoz en la red para dirigirme a las autoridades, advirtiéndoles de que en nuestra ciudad existen muchos inmuebles abandonados o el mal estado (calle Toro, Rúa del Sol…), algunos de ellos con gran riesgo para la integridad física de los viandantes (véase “INMUEBLES ABANDONADOS”, de febrero de 2010 o “AL LADITO DE LA CATEDRAL” I y II, de octubre de 2009). Pero pasa el tiempo y nadie toma medidas, las lluvias y el transcurso de los días van deteriorándolos y el riesgo de derrumbe o desplome de estos edificios aumenta significativamente y a nadie parece importarle. Nuevamente el conservadurismo de unos y el conformismo de otros, gobiernan esta plaza.
Nadie se avergüenza, y la vida sigue igual… Por eso, el que un grupo o una persona llamen la atención sobre algo que está mal me agrada. Me alegra pensar que no soy un bicho raro, que no soy la única que lo veo, la única que intento resaltar lo que afea o perjudica a mi ciudad. Por eso, amigos del Comando, ¡ánimo y a luchar!