POR QUÉ ESTE BLOG


Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.

Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.

Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.

A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.



domingo, 31 de enero de 2010

PAPELERAS Y BASURAS





Papeleras. Papeleras sin base, rotas, oxidadas, algunas sólo conservan el mástil… Tenemos una amplia muestra en nuestra ciudad. Son pequeños detalles que dan una imagen de abandono como ya he dicho en múltiples ocasiones y que convendría controlar: contenedores y espacios en los que la basura abunda, a pesar de que actualmente los servicios de limpieza trabajan incluso por las tardes (casi a oscuras, por cierto).
A veces pienso que, si la gente arroja envases o envoltorios al suelo, a parte de por incivismo es porque no encuentren una papelera a mano. Es verdad que ha aumentado el número de éstas y que en algunos sitios incluso proliferan. También es verdad que éstas sufren el ataque de los vándalos que se dedican a prenderles fuego, a vaciarlas o a tomarlas por un saco de king boxing, abollándolas con sus patadas. Es bastante triste que en una ciudad como ésta, en la que estos pequeños detalles deberían estar cuidados, no nos esmeremos un poquito más.
Además de las papeleras me gustaría remarcar el estado de los contenedores, tanto los soterrados como externos, que a mi entender adolecen de un servicio de lavado. La limpieza e higiene son deplorables: hay días durante el verano (incluso en invierno) en que pasar cerca de ellos te provoca verdaderas náuseas.
Estoy acostumbrada a viajar con frecuencia y es corriente observar que, del mismo modo que la recogida es diaria, un camión de limpieza suele pasar después lavando uno a uno los contenedores vaciados para evitar no sólo el mal olor sino también el acercamiento y proliferación de bichos. Como aquí contamos con menos medios, no hacemos limpieza más que (en el mejor de los casos) una vez al año, y los resultados están ahí. No se pide una limpieza diaria pero sí que aumente la frecuencia de ésta.
Los pobres turistas que pasan por las inmediaciones del Instituto Viejo o del Convictorio (por poner dos ejemplos) percibirán los efluvios que emanan de los contendores; algunos días son del todo insoportables. Si ahora es así, imaginaos en agosto…
Señores concejales: si no piensan en los sufridos conciudadanos, acuérdense al menos de los de fuera, y obliguen a la empresa a que aseen los contenedores de cuando en cuando. Si no ¿de qué va servir tanta promoción?

miércoles, 27 de enero de 2010

OBRAS SIN FIN





El sábado 5 de diciembre publiqué en la Brecha una entrada con el título “Las obras de nunca acabar” y ha resultado ser un título premonitorio, porque a fecha de hoy, 28 de enero, te las puedes encontrar prácticamente en el mismo estado que las mostré entonces. Los operarios llevan sin asomar por allí más de un mes.
En aquel artículo me quejaba de las obras de acometida de agua, en la bajada de la Puerta del Sol, y de cómo esas obras en esa fecha ya provocaban una situación a todas luces insoportable. Lamentaba la lentitud en la ejecución de dicha acometida y resaltaba el que los obreros apenas aparecieran por allí. Después, en un corto impás, los operarios volvieron “al tajo” levantando un tramo más por encima de dichas obras y rellenándolo todo de hormigón. Total: unos 5 días de faena. Tras esto, de nuevo la obra se paró y así continúa.
Trabajos sin rematar, vallas derribadas en el suelo, materiales extendidos y todo manga por hombro.
Nuevamente pregunto “¿falta personal? ¿Es cierto, como dice la gente, que se ha acabado el dinero del Plan E? ¿o, como es característica de la localidad, se trata de abandono o dejadez por parte del Ayuntamiento? ¿Qué va a pasar? Apenas quedan 15 días para Carnaval y aquello no está en condiciones. Se rumorea que el Ayuntamiento las tiene detenidas para ponerlas como excusa y poder desviar definitivamente los desencierros.
Sinceramente, no creo en esas dobles intenciones. Más bien pienso que, como todo en Ciudad Rodrigo, nos lo tomamos con calma, ya que aquí nadie protesta. Así que esperamos y… a otra cosa, que de cara a las fiestas hay demasiados frentes abiertos.
Aprovecho esta vez la entrada, además de para quejarme, para felicitar al Ayuntamiento ya que los baches del Registro (a los que me refiero en la entrada anterior) han sido rellenados. Parece que poco a poco se van consiguiendo pequeñas cosas, aunque es una pena que seamos los ciudadanos quienes les llamemos la atención cuando deberían ser ellos, nuestros ediles, los que estuviesen alerta a nuestras necesidades. De una u otra forma, bienvenidos sean, porque todo lo que sirve para mejorar Miróbriga nos beneficia a todos.

sábado, 23 de enero de 2010

BACHES. VEN Y DISFRÚTALOS






Nuevamente mi entrada se refiere al estado de las calles en nuestra ciudad. Es cierto que se han arreglado muchas, que se les ha colocado un pavimento cómodo al andar en algunas, como por ejemplo el de la calle Julián Sánchez, aunque en otras, como la Plaza del Conde, los cantos de punta nos siguen haciendo sufrir. Es evidente que muchas de las calles de Miróbriga deberían incluirse en algún programa de reparación inaplazable. A lo mejor sobra algo del próximo “Plan E” y podrán dedicar el dinero del Gobierno en algo de utilidad para todos.
Baches, hoyos, agujeros, hundimientos, socavones jalonan casi todas nuestras arterias y no sólo del casco amurallado. Si al caminar sobre cantos rodados, normalmente mal colocados, le unimos que a causa de la lluvia algunos de estos cantos se van desprendiendo, entonces el paseo diario se convierte en un tormento. La situación se complica por momentos, en las fotos adjuntas podréis apreciar la realidad de mis palabras.
En el caso concreto de El Registro, hay que decir que urge reparar esos boquetes, pensando en la seguridad de los corredores en estas fiestas que se avecinan. Ya que no se quiere pensar en los paseantes diarios ni en las personas de edad, tal vez el miedo a alguna demanda surta efecto. Sugiero, por ello que el concejal delegado correspondiente mande unos operarios a rellenar los mencionados hoyos (espero que no todos los ediles se hayan ido a promocionar fuera nuestra ciudad y que quede alguien aquí de guardia).
En algunas otras calles fuera del recinto amurallado, donde el pavimento no es más que hormigón, los huecos, se incrementan debido a las múltiples cicatrices que deslucen nuestras vías (innumerables acometidas gas, electricidad, televisión por cable… que nunca quedan bien reparadas). Son de tal magnitud estos socavones, que al conducir hay que ir esquivando estas irregularidades so pena de quedarse sin coche. Como ejemplo una foto de la calle Caridad donde el suelo está literalmente hundido.
Ruego a nuestros políticos que espacien el asistir a eventos, tanto fuera como dentro del territorial nacional, para promocionar nuestra ciudad y se ocupen más de lo que de verdad importa y de las necesidades de sus ciudadanos.

miércoles, 20 de enero de 2010

¡INTRANSITABLE E INSOPORTABLE!





Hace unos meses escuché una conversación en un bar: un vecino de Ciudad Rodrigo se quejaba ante otro compañero de la caótica situación de la calle Cruz de Tejada (para que os situéis, está en los aledaños de la calle Santa Clara, paralela a Hermanos García Garrafa, la última antes del nuevo Pabellón de Deportes).
El vecino, bastante indignado, hablaba de la falta de atención que este ayuntamiento tenía con ellos: la escasa iluminación, la falta de alcantarillado y la ausencia de una mínima pavimentación. Escuché interesada cómo se lamentaba por la mala situación de la calle, así que decidí comprobar yo misma si era tal y como él la describía.
Como podéis observar en las fotos adjuntas, el estado real de la calle es abrumador. ¡No hay derecho a que todavía tengamos vías como ésta porque, como bien decía el dolido vecino, ellos pagan los mismos impuestos que los demás y por ello deberían tener los mismos derechos. Nadie está pidiendo un adoquinado artístico, sólo que se pueda salir de las cocheras sin que el coche se quede atascado.
Estamos de acuerdo con que la calle no está céntrica, y con que apenas sí sea transitada, pero no está bien que tengamos en esas condiciones a un puñado de vecinos.
Seguramente haya más calles necesitadas de pavimentación y poco presupuesto. Yo misma me he permitido criticar calles como Enrique Zarandieta, en la que el pavimento está plagado de baches, remiendos, y abolladuras, como se puede ver en la entrada con titulo “¡Qué calle!” (http://ecosdeciudadrodrigo.blogspot.com/2009/11/que-calle.html), pero no hay duda de que, por mal que ésta esté, la calle Cruz de Tejada se lleva la palma.
¿No hay cosas más necesarias que una sala de tiro al arco? (y no tengo nada contra esto); es sólo que debería haber prioridades. Si no tenemos presupuesto, al menos mándenles a estos vecinos, que pagan sus impuestos por tener una puerta de cochera, una maquina que les allane, que les remiende su terrible situación actual.

sábado, 16 de enero de 2010

¡YA HUELE A TORO!






Pasadas las fechas navideñas y una vez subido al Santo, en el ambiente de nuestra ciudad ya se empieza a percibir que las fiestas principales se acercan. Hay algo en la naturaleza de los farinatos que hace que nada más ver la primera “aguja” colocada, nos entre ese “run run” tan característico que lleva al Carnaval a monopolizar las conversaciones cuando dos o más se juntan.
Los comentarios aumentan en torno a las anheladas hogueras donde, al amparo y calor de la lumbre y como en tiempos ancestrales, el sonido de las gaitas nos envuelve y las risas y el hermanamiento surgen comiendo los “chochos” y compartiendo las pintas de vino. Y tras San Antón, allá en la pendiente del glacis, apenas sí queda tiempo para la del Patrón, que año tras año nos reúne a las puertas de la Catedral.
Y poco a poco los alares van tomando forma; a nadie nos molesta (aunque tenemos fama de gruñones) que nos cierren las calles con las puertas de hierro que delimitan el recorrido. No nos quejamos porque el acceso sea más angosto en algunos sitios; diría yo que esas molestias casi nos complacen, aunque resulte paradójico. Disfrutamos entrando lateralmente por los pequeños huecos que dan paso a las calles, como queriendo ensayar para los inminentes encierros. Somos así. Es algo enraizado en nuestro interior. Nacemos y vivimos con ello.
Ya todo gira alrededor del antruejo: planes, sueños e ilusiones de grandes y pequeños. Porque los mayores nos hacemos niños y disfrutamos preguntándonos unos a otros cuándo empiezan a levantar nuestros peculiares “tablaos”, nuestra plaza… Cualquier pequeña novedad es comentada y cuestionada hasta la saciedad. Todo el mundo sabe, todo el mundo opina, convirtiendo un año más estas fiestas en elemento aglutinador. A veces pienso que en lo único que estamos todos de acuerdo (bien es verdad que con distintas variantes) es en el Carnaval y creo que sería lo único capaz de movilizarnos.
Pero aprovechando que este tema es tan acorde, y la vez tan desacorde, unos más o menos taurinos, otros más o menos juerguistas, pero todos amando la fiesta, me gustaría pedir a nuestro ayuntamiento que repare las puertas del coso taurino. Cada año las veo más deterioradas y apenas me ofrecen seguridad. Es verdad que nunca ha pasado nada pero temo que, si algún día uno de los toros remata allí, pueda abrirlas. Y no me refiero a la que da acceso a la Rúa del Sol, reforzada por el tablao móvil, si no a las de la calle Toro, Sánchez Arjona o San Juan. Llamadme histérica, pero creo que en este caso habría que reforzar la seguridad, pues siempre será mejor prevenir que curar

domingo, 10 de enero de 2010

CONDUCTORES INCÍVICOS






Hoy leía que aparcar en Ciudad Rodrigo es un caos. Comentaban que apenas hay sitios libres dentro del casco amurallado, especialmente en días lluviosos, como los que hemos tenido estas Navidades. Días en los que todos cogemos el coche para no tener que caminar ni siquiera unos metros. ¿Y qué me decís de la entrada y salida de los niños de los colegios? En esas zonas y a esas horas el caos circulatorio se multiplica: coches aparcados de cualquier manera, con la excusa de que es solo “para un momentito”; coches subidos literalmente en las aceras, impidiendo a los peatones pasar por ellas; coches entorpeciendo la entrada a algunas viviendas (y no digamos ya si se trata de una persona con dificultades de movilidad o que va empujando un cochecito de bebé… Al final el peatón no tiene otra que ir por la carretera o por el medio de la calle, esquivando coches y buscando un hueco entre ellos para poder acceder a su destino, porque las aceras están invadidas.
En ocasiones el coche, como el de la imagen, totalmente pegado a uno de los bancos de la Plaza Mayor, impidiendo a algunas personas mayores hacer uso de ellos. La falta de solidaridad en todos estos casos es evidente. Estos conductores están convencidos de que de que las calles son sólo de ellos. Otras veces, para poder aparcar en el glacis de la Puerta del Sol, utilizan la rampa estrictamente peatonal como propia y, lo que es peor, se permiten recriminar a los viandantes pues les molesta la lentitud de algunos de ellos.
Espero que algún día alguien me explique por qué en esa misma zona hay coches que utilizan además el paso de cemento central (que ahora se encuentra en obras y que se supone de peatones) para salir y entrar a los aparcamientos, cuando los vehículos ya tienen su propio acceso, perfectamente señalizado con indicaciones en el suelo. Nada de esto se respeta, pero ya sabemos que en Miróbriga, no se respeta casi nada…

miércoles, 6 de enero de 2010

GRAFITTI ¿ARTE, PROTESTA, VANDALISMO?






A veces se discute sobre qué son los grafitti y qué representan. Como en todo hay expertos que lo consideran arte, otros que ven en esta expresión una forma de protesta de la juventud ante el mundo que los rodea; y luego están los que creen que no es más que una forma de incivilidad. Puedo estar de acuerdo con que ciertas pintadas artísticas, nacidas del espíritu libre de artistas desconocidos, sean arte pero de lo que no me cabe duda es de que pintar cuatro letras en las paredes de la ciudad, en la muralla o en las casas no es más que puro vandalismo. Y, si no, a las fotos me remito.
¿Por qué al supuesto artista le llega la musa en las paredes y puertas ajenas y nunca en la propia? ¿Dónde se encuentra la belleza y plasticidad de sus “obras”? Sólo encuentro la poca vergüenza y el afán de destrozo que provocan sus inspiraciones, además del gasto que supone el hacerse cargo de su limpieza. ¡Cuánto nos cuesta tu arte!
Cada vez me duele más ver cómo la muralla, las paredes y las fachadas (en especial si han sido recientemente remodeladas) ejercen de imán para estos bárbaros. Y no es sólo de las pintadas de lo que me quiero ocupar, sino de otras salvajadas y actos vandálicos que abundan en nuestra localidad: adolescentes que se divierten destrozando farolas y focos, partiendo carteles que se encuentran a su paso. No logro entender qué provecho sacan de ello. ¿O acaso romper por romper les produce placer? Hace no mucho relataba la barbaridad que cometieron en la Plaza de Herrasti, destrozando en pocas minutos lo que tanto había costado rehabilitar. Sigo pensando que si ocurren estas cosas en parte es por la falta de valores de los que adolecen muchos de nuestros jóvenes; pero también es por lo fácil que se lo ponemos, por la escasa vigilancia e incluso por lo leve de la sanción a la que tendrían que hacer frente en caso de ser identificados. Así que cada uno en la medida de nuestra responsabilidad intentemos frenar este tipo de daños con los que nos cruzamos cada día.

domingo, 3 de enero de 2010

¡OTRA MELLA EN LA RONDA!





Aunque me acuséis de repetitiva, una vez más paseando por la ronda me encuentro con que en uno de sus puntos más visitados mostramos a nuestros posibles visitantes el lado resquebrajado de Ciudad Rodrigo, el lado sucio y descuidado. Y, como digo, es la zona más visitada de la ciudad, nuestra joya, el mirador desde donde divisamos la olla en la que está situada la ciudad, el balcón al río: la Batería. Cita obligada al estar pegada a nuestro emblemático Parador de Turismo. Alcázar que sigue desalmenado, según cuentan, por obras de reparación; obras lentas, muy lentas (ya va para veinte meses y no se aprecian mejoras). Pero a lo que íbamos: nuevamente en esta zona el suelo está intransitable, roto, levantado… Y hoy, tras las últimas lluvias de estas Navidades, lleno de barro y con numerosos charcos que se forman en la tierra, junto al adoquinado. dificultando el paso a la gente.
La pared izquierda, en dirección al Hospital de la Pasión, está llena de pintadas y no son recientes. La maleza puebla esta pared, y en la parte derecha (en esa misma dirección), el muro de la muralla está completamente mellado, como puede apreciarse en las fotos. Cada día una piedrecilla se va desprendiendo de la pared y el deterioro va, poco a poco, en aumento. Si a ello sumamos que hay unos jardines particulares (por su aspecto, prácticamente abandonados), con unas plantas, tipo cactus o agaváceas, de gran tamaño y que están mustias, descuidadas, olvidadas… El aspecto de esta zona claramente antiestético. Ruego que alguien tome las oportunas medidas, ya sea el equipo de gobierno o la oposición (tan poco reivindicativa en esta ciudad), para que con estos tramos tan visitados y tan céntricos se tenga un esmero mayor, ya que son nuestra tarjeta de presentación, los que causan mayor impresión en los visitantes. Raro es el día que algún grupo de turistas no pasa por ahí y raro el grupo que no se lleva una imagen sesgada de nuestros tesoros. Algo habría de hacerse y rápido…