POR QUÉ ESTE BLOG


Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.

Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.

Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.

A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.



domingo, 20 de mayo de 2012

CAMINAY REVIENTA

Permitidme la licencia de utilizar (si bien ligeramente modificado) el título de la mítica película, para relataros mi entrada de hoy. Debido a un pequeño problema de salud, durante un tiempo mi caminar por las calles y plazas de la ciudad se ha visto afectado. Y, aunque este tema lo traté hace ya bastante tiempo con el título de “Tajones lejanos” –recurriendo al título de otra famosa película–, he querido retomar el tema porque, a pesar de no ser uno de los problemas más graves que nos atañen, sí es, sin embargo, uno muy recurrente en las quejas habituales de propios y de visitantes. No hay nadie que, pretendiendo acceder al casco amurallado tanto por la Puerta del Sol como por el Registro que da a la Calle Madrid (por cierto, bajo la misma bóveda es el único sitio con un firme llano y liso) pueda caminar, como veis, con una mínima comodidad. Y no se trata sólo de éstos dos accesos: son muchas las calles de la ciudad por las que cuesta caminar a gusto, debido a las deficiencias que presenta el pavimento en muchas de estas zonas. Yo comprendo que una ciudad histórico-artística como la nuestra deba llevar un adoquinado rústico; pero de eso a que sea una auténtica odisea llegar sano al centro de la Plaza, va un abismo. Los cantos sobresalen en tal altura del cemento que los sostienen, que la caminata se convierte en un infierno. Y, además de destrozar suelas, los pies van bamboleándose con el consiguiente peligro de esguinces y torceduras. Las señoras que tengan necesidad de apoyarse en un bastón o en muletas, suben esos tramos con un ¡Ay! constante en sus bocas y, al cruzarse con vecinos que sufren el trayecto, no dejan de mencionar al primer edil, de lo costoso que les resulta. ¡Y qué decir ahora de las señoras “concejalas”…! Ellas deben de sortear, sin duda, estos tramos en coche ya que, de lo contrario, algo habrían hecho al respecto. Ahora que con el calor disminuye el grosor de la suela y de la piel en el calzado, ahora que, en los escaparates de las pocas tiendas que aún quedan, vemos las sandalias, vamos a tener que quedarnos con las ganas de comprarlas porque, en el caso de intentar calzarlas, haríamos bueno el título de la entrada y máss de un pie quedaría reventado. Por favor, pensando en evitarle más gastos a la arruinada sanidad publica, échenle una capa de cemento y arreglen este inhumano pavimento.

jueves, 3 de mayo de 2012

DEMANDAMOS SOLUCIONES

Sucio y descuidado. Ése era el aspecto que nuestra ciudad mostraba estos días del Puente de Mayo: una ciudad repleta de visitantes que, plano en mano y paraguas en la otra –que bueno es decirlo–, paseaban por las distintas plazas y calles de la ciudad. Contenedores llenos, como puede verse en las fotos que con vergüenza tomé con el móvil (de ahí que la calidad no sea tan buena como en imágenes anteriores). Niños corriendo por la Plazuela de Béjar entre botellas de cerveza apiladas en sus soportales, fruto sin duda de la fiesta a altas horas de la madrugada. Cristales esparcidos por doquier que nadie se ha molestado en recoger en varios días. Y la fuente que centra la plaza llena de porquería y bolsas en sus zonas más altas… ¡Hasta un balón abandonado la coronaba, mostrando una vez más la dejadez y al abandono en que está sumergida la ciudad y toda esta comarca de la que solo se acuerdan sus gobernantes a la hora de pedirnos el voto o de cobrarnos los servicios de limpieza, tan inútiles como las imágenes demuestran! Turismo que no sé si nos deja dinero o es un viajero de lo que ahora llaman “de bajo coste”, pero que cada vez nos visitan más. Y en cuyas retinas, a la vez que le enseñamos nuestras bellezas como ciudad medieval, se refleja la porquería que este ayuntamiento, que ya parece eterno –dado el tiempo que lleva gobernando– y que, como se ve, es incapaz de conseguir que la empresa concesionaria de la limpieza en la ciudad haga bien su trabajo. A juzgar por el estado en que se encuentran los contenedores de casi cualquier parte de la ciudad, me atrevo a decir que no están justificados los elevados sueldos que se autoasignan. También me llama la atención el que pasen días sin recogerse los residuos generados por la Unidad de Diálisis en la calle Escuelas (garrafas de desinfectantes y otros productos químicos, tóxicos, sin duda, que se apilan al lado de un quiosco frecuentado por niños y al lado del colegio de San Francisco. Una vez más, contenedores repletos y la mierda por el suelo. Vergüenza, si es que aun les queda les debería dar a todos: a gobierno y a oposición por la situación y la imagen que de la ciudad estamos viendo. Recortes piden y ofrecen. Yo demando soluciones.