POR QUÉ ESTE BLOG


Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.

Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.

Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.

A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.



lunes, 25 de octubre de 2010

ATASCOS






Uno de los puntos negros en la circulación fuera del casco amurallado se localiza en la calle Cardenal Tavera, que une la Avenida de Béjar con la Avenida de Foxá. Es masiva la afluencia de vehículos en esta zona, especialmente porque allí está situada una de las entradas al colegio de San francisco. Si a esto le unimos la proximidad del Cuartel de la Guardia Civil, del colegio Misioneras de la Providencia o del Pabellón Municipal de Deportes (amén de ser una zona comercial en la que con frecuencia camiones y furgonetas de reparto paran a descargar) y a todo ello le añadimos el trafico que utiliza esa arteria para acceder desde la avenida Béjar hasta la del Conde de Foxá, el resultado es que a algunas horas del día es casi intransitable, formándose unos atascos de impresión.
A todos estos condicionantes hay que sumar que los conductores nos comportamos de modo incívico y, con la disculpa de que son apenas dos minutos, aparcamos de cualquier modo sin importarnos que haya pintada un línea amarilla o que molestemos a los que si están bien aparcados.
Justo enfrente del supermercado se habilitaron hace ya un tiempo varias plazas de aparcamiento; pienso yo que para el estacionamiento de vehículos en línea. Sin embargo, los conductores están aparcando en batería, de manera que medio coche invade la calzada propiamente dicha y dificulta seriamente el paso, especialmente cuando es un camión de reparto el que tiene que detenerse allí para la descarga. Por ello sugeriría a nuestra policía local que se pasase de vez en cuando por esta calle para recordar a los incívicos conductores dónde se puede o se debe aparcar.
Nuevamente mi queja de que en Ciudad Rodrigo se utiliza el coche de más (todos hemos visto a padres que echan mano del coche para llevar o recoger a sus hijos cuando no les separa la distancia de sus casa mas de doscientos metros). Y se puede entender en los días de lluvia, pero con buen tiempo…
Pensemos, cuando aparcamos o cuando dejamos un instante el coche, en los problemas y molestias que podemos ocasionar a los demás. Si todos fuésemos un poco más considerados y si nuestra policía local se diese una vuelta de vez en cuando, podríamos solucionar este punto negro de nuestra circulación.

lunes, 18 de octubre de 2010

UN AÑO EN LA BRECHA






Ha pasado ya más de un año desde que este blog iniciara su andadura. Ayer una amiga me lo recordaba y me decía que, gracias a esta ventana en la red, ella podía seguir viendo desde la distancia su patria chica y me animaba a escribir algo sobre este primer aniversario. Yo, sin pensarlo mucho y animada por ella, me he decido a hacer un pequeño repaso. Fue el 27 de septiembre de 2009 cuando nació, con un artículo titulado «Invasión de palomas en nuestras calles». Un año ya y la mayoría de los problemas que denunciaba siguen igual. Estos bichos siguen manchándolo todo y dándole a nuestras calles una imagen de suciedad casi perpetua. Es verdad que muchas situaciones de las que nos hacíamos eco se han ido subsanando o mejorando; pero también es verdad que la mayor parte permanece igual: casas abandonadas y con peligro de derrumbe. De momento sólo en la de las Cuatro Calles parece que han tomado medidas. Porque las de la calle Estacadilla, “al ladito de la catedral”, siguen ahí con el consiguiente riesgo para los viandantes, sobre todo en estos días en que el viento es protagonista. Imágenes de suciedad por mala recogida de residuos, zonas donde el pavimento es intransitable, rincones dejados de la mano de Dios que afean nuestro patrimonio, tantas cosas mal gestionadas… Pero también se han conseguido cosas buenas: se han parcheado baches, arreglado algunas calles. Tenemos que felicitarnos por tener ya marquesinas y al menos, aunque de forma muy cutre, nos han puesto un horario aproximado del servicio. Pero continúan tantas cosas mal, hay tanto por hacer… Estos últimos días, en que las horas de sol se recortan y el aire empieza a encogernos a todos en nuestros paseos, contemplaba cómo se ha ido vaciando la ciudad y añoraba a la gente que nos acompañó durante el verano. Paseas por el río sin encontrarte ni siquiera un coche, cuando en agosto era difícil encontrar un hueco. Sí. Ya sé que siempre es igual, que el otoño devuelve a nuestros hijos a estudiar a Salamanca porque Miróbriga nos empuja a huir de ella, dada su total falta de salidas, quedándonos una cada vez más acusada sensación de despoblamiento. Puedes pasear en soledad por las angostas calles del recinto amurallado y a veces no oirás nada más que un silencio relajante, pero tristón. Ojalá este blog sirva para algo y no sólo para que su autora se desahogue y vierta en él sus anhelos. Ojalá os pueda ir contando, sobre todo a los que estáis lejos, que las cosas van mejor. Espero que pase otro año y pueda seguir contándoos y mostrándoos aquellas cosas que me gustan o aquellas otras que están mal. Gracias por vuestros comentarios y también por vuestras críticas.

martes, 12 de octubre de 2010

¡CLAMA AL CIELO!






No ha tantos años, cuando el centro estaba situado en la avenida Agustín de Foxá, normalmente la gente pedía cita a las ocho de la mañana y lo habitual era que se le diese para el transcurso de esa misma mañana. Si la llamada se efectuaba un poco más tarde, transcurrida ya la mañana, se te asignaba la cita, como muy tarde, para el día siguiente.
Hoy en día con un centro mejor y más grande, aunque con aproximadamente el mismo número de médicos de familia, y además con un descenso notable de la población (fijado, según los últimos datos, en el 16%) la situación se ha complicado. ¡Qué gran paradoja!
No quiero generalizar, porque sé que hay médicos con los que esto no sucede, pero con el mío (cuyo nombre omito para evitar personalizar algo de lo que él no es responsable) la demora a fecha de hoy, al pedir cita, es aproximadamente de 7 días. Sí. Habéis leído bien. Y os invito a realizar la prueba, pidiendo cita por Internet (procedimiento éste mucho más cómodo que por teléfono) y podréis comprobar que lo que denuncio no es una exageración.
Una semana para poder asistir a la consulta, que normalmente no la hacemos para entretener el tiempo, sino porque una se encuentra mal. Allí, sólo unos pocos desocupados van a pasar la mañana…
¡Y luego se quejan de que el público acude al servicio de Urgencias! ¡Así las cosas, no nos queda más remedio!
Si algunos médicos tienen demasiados pacientes o la consulta está envejecida (sabemos que son las personas mayores las que, dada su situación, suelen acudir con más frecuencia) que desdoblen las consultas, que repartan los pacientes entre otros médicos que, a todas luces, no están tan repletos de pacientes; pero la situación actual no debemos consentirla. Por ello, no quiero dejar pasar un día más sin poneros al corriente de lo que está sucediendo y de lo que, sin duda, mucha gente ya estará quejándose.
Para nuestra desgracia esto no sólo ocurre con los médicos de Atención Primaria, pues no están mejor las cosas en el caso de los especialistas.
Desde la Junta de Castilla y León nos venden que apenas hay listas de espera; y resulta que cuando tienes que recurrir a una consulta de cualquier especialidad, te das cuenta de que la realidad es bien distinta: en especialidades como Oftalmología la memora es de al menos un año, alagándose en ocasiones a los dieciocho meses. En el caso de que tengas que hacerte una simple ecografía, la espera se va a los cuatro meses… Y eso que tenemos un estupendo equipo nuevo de radiología y ecografía. Ahora bien, el técnico sólo viene una vez a la semana, con lo cual las solicitudes se acumulan. Sin duda, mala organización.
Mucho centro, mucha infraestructura y muy buen equipamiento, pero poca, muy poca, prestación de servicios. Así, en consultas como Medicina Interna, Traumatología, esperas y más esperas. Y si esto no te gusta, te apuntas a un seguro privado (de esos que tanto gustan en algunas comunidades autónomas) y así se te hará mas corta la espera.

martes, 5 de octubre de 2010

¡LAMENTABLE… PELIGROSO!






Hoy me vais a permitir que me salga de los límites geográficos de Miróbriga –aunque no de los emocionales– refiriéndome en mi entrega al Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, y más concretamente a la carretera que da acceso a dicho lugar.
La peña de Francia es para los mirobrigenses casi parte de nuestra ciudad, y casi diariamente decenas de ellos suben a la montaña: unos por devoción mariana y otros por el simple placer de recrear la vista desde el magnifico mirador que nos muestra esa naturaleza viva, salvaje y bellísima de nuestra comarca.
Da igual que sea verano o invierno. Incluso, por mi experiencia personal, yo diría que cuando empiezan las primeras nieves nos desplazamos más, para podérsela mostrar a nuestros niños. Por eso cada vez que decido subir me cuesta más comprender por qué nadie hace nada, ni da un grito de atención sobre cómo se encuentra la carretera que da acceso a la cumbre.
Hasta el Paso de los Lobos, prácticamente a 5 km de la explanada, el firme se encuentra en buen estado, con la carretera perfectamente señalizada, pintada y con los correspondientes quitamiedos (éste es un buen sitio para ellos) bien anclados. Pero es a continuación, en el tramo de subida restante, donde la situación del firme se vuelve lamentable: la calzada está sin pintar, completamente parcheada, escarbada en los bordes que asoman al precipicio y llena de piedras de los desprendimientos.
Como digo, el tráfico es normalmente abundante y hay que rezar, nunca mejor dicho, para no encontrarse un autobús en alguna de las cerradas curvas superiores. Gracias a la prudencia de los conductores, hasta el momento no hay que lamentar ningún accidente importante, salvo los pequeños roces en los espejos que, dada la estrechez de la vía, a veces se producen. En algunos tramos, como podéis ver en las fotos que adjunto, los quitamiedos están sujetos por un hilo, resultando francamente aterradores.
Según uno de los Padres al cargo del Santuario, sería la Junta de Castilla y León la encargada de solventar este problema. No sé si verdaderamente el acceso a lo más alto de la Peña es o no competencia de la Junta. De ser así me pregunto por qué no se continuó arreglando cuando, hace ya unos años, se reparé hasta el Paso de los Lobos ¿O es que al no comunicar pueblos es tierra de nadie?
Desde aquí llamó la atención sobre este punto peligroso. A ver si entre todos conseguimos que ese “pedacito de Ciudad Rodrigo” tenga una carretera en condiciones que nos permita a todos poder subir confiados tantas veces como queramos.