POR QUÉ ESTE BLOG


Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.

Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.

Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.

A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.



martes, 21 de diciembre de 2010

¡FELIZ NAVIDAD!






Hacía ya algunas semanas en las que La Brecha estaba desatendida. Por motivos personales me ha sido imposible “colgar” al menos una de mis reflexiones o quejas…, Por eso hoy no he querido dejar pasar más tiempo sin haceros llegar mis felicitaciones para estos días que se aproximan.
He esperado a que nuestro ayuntamiento adornase nuestras calles con las consabidas luces propias de estas fechas. Este año, entre las banderas (que aún continúan ondeando al viento y a las que ya les dediqué un articulo) sumadas a los adornos navideños, nos muestran una estampa cuanto menos recargada y, para mi opinión, de dudoso gusto.
A pesar de ser fechas de conciliación y de paz no quiero dejarlas pasar sin comentar lo ridículos que, en mi sentir, quedan los adornos de nuestro consistorio: unas tristes y paupérrimas bombillas blancas, Pero no es lo malo la reiteración de su uso (nunca le hemos conocido otra decoración en la fachada de nuestra Casa Grande): así como en las calle aledañas, e incluso fuera de murallas, la decoración ha ido evolucionando, el Ayuntamiento, sin embargo, así como la calle Madrid, lucen las mismas bombillas y decoración desde hace años.
Pero el que sean simples y sosos no es sólo el motivo de mi critica: también voy a quejarme hoy de la cantidad de bombillas fundidas que las arcadas del consistorio muestran. Fijaos en las fotos o daos una vuelta por la plaza y podréis observar lo antiestético de esta nueva dejadez municipal.
Pero aun con estos fallos, no quiero acabar el año con mal sabor de boca, por eso reitero mis felicitaciones a todos los que leéis La Brecha, deseándoos que el año próximo podamos comentar sólo buenas noticias.
¡Felices Fiestas! ¡Seguiremos en La Brecha en 2011!
Un saludo.
Temis

miércoles, 1 de diciembre de 2010

FUTURO INCIERTO






Hoy es uno de esos días en que el futuro se muestra ante mis ojos gris oscuro tirando a negro. Debe ser la sucesión de noticias negativas con las que nos despiertan los noticiarios o Internet: desempleo, crisis, deuda, prima de riesgo, rescate… mil y un términos, de macro y microeconomía, con los que nos bombardean a diario. Que nos muestran un mundo (ya que esto es global) crispado, irritado, tenso, en el que las revueltas de los aún idealistas llenan horas de televisión. Da igual el país de nuestra Europa que nos lo relate, en todos lo mismo: estudiantes protestando por los recortes en educación, trabajadores exigiendo que las reformas y derechos que tanta sangre y años costaron no desaparezcan. Colas y colas de desempleados… y junto a este clima enrarecido, surgiendo como setas en otoño, movimientos xenófobos que quieren culpar de todos nuestros males a los que un día invitamos a venir y que reclaman su expulsión inmediata; frecuente esto en épocas de crisis. Nada que no hayamos visto antes…
Un mundo que parece girar solo para que esos tiburones financieros (grandes especuladores y dueños de grandes empresas) sigan, a pesar de la crisis, acumulando beneficios. A esos no les decimos nada. Ellos no tienen responsabilidad, pero pueden arruinar a un país y a sus gentes, quedando inmunes a las consecuencias. Y más tarde, cuando las aguas se calmen, volverán a ser los salvadores de las patrias.
Y lo peor no es ver, leer y escuchar estas noticias. Lo peor es sentir la falta de una solución. Es la percepción de un futuro incierto y sin esperanzas. Y, si a los mayores nos lacera esta situación, qué no les hará a nuestros jóvenes; esos que no saben qué será de ellos y que se plantean, ahora que empiezan a estudiar, qué les deparará el devenir y si el esfuerzo actual les merecerá la pena. Resignados están ya a tener un futuro peor que el de sus padres.
Pues esta sensación tremendista con la que hoy me he despertado es, sin duda, más evidente en nuestra pequeña ciudad, donde cada día son más los negocios que se ven abocados a cerrar; donde cada vez es mayor la sensación de abandono y de soledad, agravada por la inacción total de unos políticos que parecen haber ingresado en política para su enriquecimiento personal o para medrar en su carrera. Esto es lo que se percibe en Miróbriga y lo que cada día nos duele más.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

LLEGARON LOS FRÍOS






Llegó el frío. Se acabaron los días acariciadores en los que aún los rayos del sol nos calentaban tímidamente la piel. Y llegó como siempre llega en Miróbriga: de repente, sin avisar.
Los abrigos volvieron a salir de los armarios para cubrirnos en nuestros paseos diarios; cada vez más solitarios, pues las temperaturas invitan a permanecer sentados en la camilla, encontrando el retiro en un libro, tal vez en una película y cada vez son menos los valientes que se dedican a dibujar el contorno de la ciudad con sus pasos.
Ya no quedan terrazas donde sentarnos alrededor de un refresco y buscamos el interior de los establecimientos para parar un ratito en el deambular. Los árboles de las plazas han sido mutilados, sin duda con el propósito de no tener que recoger las hojas que ya habían empezado a desvanecerse y aparecen trasquilados, desnudos… esperando que la primavera, aún lejana, les devuelva sus ropajes.
Nuestro río, enmoquetado por las hojas que abandonan presurosas los árboles dejando paso a una desnudez que aún así es bella, nos devuelve imágenes frías y a la vez hermosas y plácidas. Es cerca del Águeda y, a pesar de sus deficiencias, donde sin duda podemos encontrar la serenidad que la vida diaria nos roba.
Mudos están el río y sus alamedas, con apenas un crepitar de las hojas secas bajo nuestros pies. Tan sólo el sonido tranquilizador del agua o algún ladrido lejano rompe la quietud. ¡Qué maravillosas imágenes podemos capturar con nuestras cámaras de los escasos colores que todavía están: los amarillos, naranjas, grises y marrones que nos muestran que el otoño está llegando a su fin y que ese invierno tan temido se acerca a pasos agigantados!
Esperamos ya los pocos días que quedan para volver a oír el bullicio en nuestras calles, pues el puente se acerca. Y él devolverá a la ciudad sus hijos desperdigados por los rincones de nuestra patria. Decenas de pisos, hoy cerrados, volverán a abrir sus ventanas. Pues a pesar del tiempo, la gente regresa a su madre, a su patria chica, Y por unos días volverá el ajetreo a nuestras calles y sentiremos que nuestro pueblo no está muerto, que sigue quedándole una esperanza.

lunes, 15 de noviembre de 2010

CONTENEDORES NUEVOS






Hace apenas un mes nos felicitábamos por la realización de las mejoras que en Miróbriga había llevado a cabo el consistorio (no sólo de criticas vive la Brecha), fundamentalmente la eliminación de barreras arquitectónicas y el soterramiento de los contenedores en distintos puntos de la ciudad. Intuíamos que cualquier mejora ayudaría a embellecer las calles, pues la imagen de los contenedores tradicionales verdes de plástico manchaba, sin duda, las estampas gráficas que de Ciudad Rodrigo pudiesen llevarse los visitantes.
Ya nos habíamos quejado en alguna ocasión del estado de los contenedores y de la imagen que daban éstos a algunas zonas, especialmente los de la Plaza del Conde, en franco deterioro, sucios y desprendiendo insoportables olores, fruto sin duda de la escasez de higiene a la que nos tiene acostumbrados la empresa concesionaria.
Cuando los acabaron de instalar, algunos nos extrañamos por el color elegido, pues pensábamos que no era el más idóneo para una ciudad monumental como la nuestra. Apenas llevan un mes colocados y ya los vemos con el plástico (que supuestamente habría de protegerlos) arrancado y hecho jirones. Aunque creo yo que esa cobertura blanca y azul que los recubre no es sino un envoltorio del propio contenedor. No estoy segura de este punto y agradecería al que pueda saberlo nos lo confirme. Y, de ser así y si mis sospechas se confirman, tendría que decir que la desidia del Ayuntamiento habría llegado a limites insospechados pues no se pueden dejar instalados unos contenedores sin quitarles su protección o envoltorio, pues da sensación de desgana, de dejadez y de esa apatía que tanto le echamos en cara.
Hay quien dice que los gamberros les han arrancado a trozos dicha protección. Como he dicho, no sé qué pensar. Pero, sea como fuere, lo que sí debería hacerse ahora es terminar de quitárselo en su totalidad, ya que con el color aluminio quedan un poco más discretos. En el estado actual, medio arrancados y medio puestos, los hace aún menos estéticos. Señores concejales que pasáis ante ellos todos los días, por favor: no consientan los comentarios que se están oyendo por cualquier rincón y acaben los trabajos que empiezan.

lunes, 8 de noviembre de 2010

PLAZA DE TOROS






En estos últimos días me he paseado por una de las zonas menos frecuentadas por mí pero, sin duda, visibles desde una buena parte de nuestra ciudad. Estoy refiriéndome a la zona de la plaza de toros, o Huertas de Santa Cruz. Esta plaza se encuentra hoy sin uso por no reunir las mínimas condiciones de seguridad. Si ya de lejos se observa el deterioro, al acercarnos a ella, nos encontramos con una realidad francamente desastrosa.
Junto a este deteriorado coso de la que aspira a ser declarada Ciudad Taurina, se encuentra un edificio, de principios de siglo, al que denominan “Antigua Fábrica de la Luz”, cuyo abandono y desolación es todavía mayor al de la colindante plaza taurina.
Es cierto que la plaza no tiene ningún valor sino el sentimental. Creo recordar que sólo la he visitado en contadas ocasiones: con motivo de alguna final del Bolsín Taurino y un par de conciertos (uno de Alaska, allá por finales de los años 80 y una representación de zarzuela también por aquellos años). Ya hace mucho tiempo que por peligro de derrumbe, no se le da utilidad alguna a este inmueble, que es propiedad del antiguo matador de toros Pedro Martínez, “Pedrés”.
El edifico anexo sí tiene valor arquitectónico, a mi manera de entender; pues es representante del la corriente arquitectónica de principios del siglo XX y podría ser rehabilitado. No sé si actualmente está en manos privadas o públicas pero, fuese de quien fuese la titularidad, se podría hacer algo más que dejarlo derrumbar ante nuestros ojos.
De todos modos si la vista frontal de esta zona es mala, qué no decir de la parte posterior: se ha convertido en una escombrera donde cascotes y otros restos de obras, además de restos de muebles, ocupan la zona degradándola cada vez más.
Esperemos que alguien se dé por aludido y se tomen las medidas oportunas para que esta zona deje de ofrecer imagen tan lamentable.

lunes, 1 de noviembre de 2010

S.O.S. ÁGUEDA






En los últimos días, en los que aún el calor otoñal nos acariciaba la piel, he paseado por los alrededores de nuestro Águeda y he fotografiado rincones que, sin duda, elevarían el espíritu de los más exigentes: las hojas empiezan a enmoquetar la tierra, los árboles se tiñen de un amarillo melancólico y ensoñador… Pero no todo es bonito ni placentero. En nuestro río hay suciedad, dejadez y desidia igual que en otras partes de nuestra ciudad.
No soy ecologista ni bióloga y a lo peor lo que digo no es razonable, pero permitidme que os cuente lo que yo pienso…
Desde hace unos años nuestro río se ha ido poblando paulatinamente de arbustos y malezas. Matojos que, dada la fertilidad de la tierra, han proliferado ocupando casi todo el caudal, desde la zona de La Pesquera a entrepuentes. Donde antes se podía ver la isla ahora ésta está completamente tapada. Y así en otras zonas aledañas.
Afortunadamente no ha habido grandes avenidas de agua: De lo contrario, no sé qué habría ocurrido, ya que la profusión de hierbajos y suciedad empieza a ser alarmante. Aunque visto lo visto, parecería que es precisamente eso lo que nuestras autoridades están esperando: que las lluvias o la providencia se lo solucionen; porque si no, no lo entiendo.
Por las fotos podréis ver que no es sólo vegetación. Son también las aguas estancadas, provocando olores e imágenes que preferiríamos no ver. Asimismo (y nuevamente la falta de civismo, que tanto abunda) residuos como bolsas o embalajes, arrojados al río y que tanto afean y contaminan las ya, de por sí, sucias aguas.
He leído estos días que, por iniciativa de IU de Ciudad Rodrigo, el diputado Gaspar Llamazares ha formulado en el Congreso de los Diputados una pregunta (por segunda vez en dos años) sobre la situación del río Águeda. Desde aquí los felicito y digo que vergüenza le debía dar a nuestro alcalde que sean otros los que lleven la iniciativa al Parlamento; mientras que él, que tan bien situados tiene a sus compañeros, no haga nada.
Ya hace algún tiempo comentaba en este blog la situación en la que se encuentra el regato de Bodón, con su cauce completamente poblado y sin apenas sitio por donde discurrir el agua (http://ecosdeciudadrodrigo.blogspot.com/2010/05/y-el-agua-por-donde_24.html). Ahora el río empieza a estar en una situación similar. Hagamos algo entre todos para evitarlo. Es una pena que en vez de tener un tesoro, tengamos un problema con nuestro río.

lunes, 25 de octubre de 2010

ATASCOS






Uno de los puntos negros en la circulación fuera del casco amurallado se localiza en la calle Cardenal Tavera, que une la Avenida de Béjar con la Avenida de Foxá. Es masiva la afluencia de vehículos en esta zona, especialmente porque allí está situada una de las entradas al colegio de San francisco. Si a esto le unimos la proximidad del Cuartel de la Guardia Civil, del colegio Misioneras de la Providencia o del Pabellón Municipal de Deportes (amén de ser una zona comercial en la que con frecuencia camiones y furgonetas de reparto paran a descargar) y a todo ello le añadimos el trafico que utiliza esa arteria para acceder desde la avenida Béjar hasta la del Conde de Foxá, el resultado es que a algunas horas del día es casi intransitable, formándose unos atascos de impresión.
A todos estos condicionantes hay que sumar que los conductores nos comportamos de modo incívico y, con la disculpa de que son apenas dos minutos, aparcamos de cualquier modo sin importarnos que haya pintada un línea amarilla o que molestemos a los que si están bien aparcados.
Justo enfrente del supermercado se habilitaron hace ya un tiempo varias plazas de aparcamiento; pienso yo que para el estacionamiento de vehículos en línea. Sin embargo, los conductores están aparcando en batería, de manera que medio coche invade la calzada propiamente dicha y dificulta seriamente el paso, especialmente cuando es un camión de reparto el que tiene que detenerse allí para la descarga. Por ello sugeriría a nuestra policía local que se pasase de vez en cuando por esta calle para recordar a los incívicos conductores dónde se puede o se debe aparcar.
Nuevamente mi queja de que en Ciudad Rodrigo se utiliza el coche de más (todos hemos visto a padres que echan mano del coche para llevar o recoger a sus hijos cuando no les separa la distancia de sus casa mas de doscientos metros). Y se puede entender en los días de lluvia, pero con buen tiempo…
Pensemos, cuando aparcamos o cuando dejamos un instante el coche, en los problemas y molestias que podemos ocasionar a los demás. Si todos fuésemos un poco más considerados y si nuestra policía local se diese una vuelta de vez en cuando, podríamos solucionar este punto negro de nuestra circulación.

lunes, 18 de octubre de 2010

UN AÑO EN LA BRECHA






Ha pasado ya más de un año desde que este blog iniciara su andadura. Ayer una amiga me lo recordaba y me decía que, gracias a esta ventana en la red, ella podía seguir viendo desde la distancia su patria chica y me animaba a escribir algo sobre este primer aniversario. Yo, sin pensarlo mucho y animada por ella, me he decido a hacer un pequeño repaso. Fue el 27 de septiembre de 2009 cuando nació, con un artículo titulado «Invasión de palomas en nuestras calles». Un año ya y la mayoría de los problemas que denunciaba siguen igual. Estos bichos siguen manchándolo todo y dándole a nuestras calles una imagen de suciedad casi perpetua. Es verdad que muchas situaciones de las que nos hacíamos eco se han ido subsanando o mejorando; pero también es verdad que la mayor parte permanece igual: casas abandonadas y con peligro de derrumbe. De momento sólo en la de las Cuatro Calles parece que han tomado medidas. Porque las de la calle Estacadilla, “al ladito de la catedral”, siguen ahí con el consiguiente riesgo para los viandantes, sobre todo en estos días en que el viento es protagonista. Imágenes de suciedad por mala recogida de residuos, zonas donde el pavimento es intransitable, rincones dejados de la mano de Dios que afean nuestro patrimonio, tantas cosas mal gestionadas… Pero también se han conseguido cosas buenas: se han parcheado baches, arreglado algunas calles. Tenemos que felicitarnos por tener ya marquesinas y al menos, aunque de forma muy cutre, nos han puesto un horario aproximado del servicio. Pero continúan tantas cosas mal, hay tanto por hacer… Estos últimos días, en que las horas de sol se recortan y el aire empieza a encogernos a todos en nuestros paseos, contemplaba cómo se ha ido vaciando la ciudad y añoraba a la gente que nos acompañó durante el verano. Paseas por el río sin encontrarte ni siquiera un coche, cuando en agosto era difícil encontrar un hueco. Sí. Ya sé que siempre es igual, que el otoño devuelve a nuestros hijos a estudiar a Salamanca porque Miróbriga nos empuja a huir de ella, dada su total falta de salidas, quedándonos una cada vez más acusada sensación de despoblamiento. Puedes pasear en soledad por las angostas calles del recinto amurallado y a veces no oirás nada más que un silencio relajante, pero tristón. Ojalá este blog sirva para algo y no sólo para que su autora se desahogue y vierta en él sus anhelos. Ojalá os pueda ir contando, sobre todo a los que estáis lejos, que las cosas van mejor. Espero que pase otro año y pueda seguir contándoos y mostrándoos aquellas cosas que me gustan o aquellas otras que están mal. Gracias por vuestros comentarios y también por vuestras críticas.

martes, 12 de octubre de 2010

¡CLAMA AL CIELO!






No ha tantos años, cuando el centro estaba situado en la avenida Agustín de Foxá, normalmente la gente pedía cita a las ocho de la mañana y lo habitual era que se le diese para el transcurso de esa misma mañana. Si la llamada se efectuaba un poco más tarde, transcurrida ya la mañana, se te asignaba la cita, como muy tarde, para el día siguiente.
Hoy en día con un centro mejor y más grande, aunque con aproximadamente el mismo número de médicos de familia, y además con un descenso notable de la población (fijado, según los últimos datos, en el 16%) la situación se ha complicado. ¡Qué gran paradoja!
No quiero generalizar, porque sé que hay médicos con los que esto no sucede, pero con el mío (cuyo nombre omito para evitar personalizar algo de lo que él no es responsable) la demora a fecha de hoy, al pedir cita, es aproximadamente de 7 días. Sí. Habéis leído bien. Y os invito a realizar la prueba, pidiendo cita por Internet (procedimiento éste mucho más cómodo que por teléfono) y podréis comprobar que lo que denuncio no es una exageración.
Una semana para poder asistir a la consulta, que normalmente no la hacemos para entretener el tiempo, sino porque una se encuentra mal. Allí, sólo unos pocos desocupados van a pasar la mañana…
¡Y luego se quejan de que el público acude al servicio de Urgencias! ¡Así las cosas, no nos queda más remedio!
Si algunos médicos tienen demasiados pacientes o la consulta está envejecida (sabemos que son las personas mayores las que, dada su situación, suelen acudir con más frecuencia) que desdoblen las consultas, que repartan los pacientes entre otros médicos que, a todas luces, no están tan repletos de pacientes; pero la situación actual no debemos consentirla. Por ello, no quiero dejar pasar un día más sin poneros al corriente de lo que está sucediendo y de lo que, sin duda, mucha gente ya estará quejándose.
Para nuestra desgracia esto no sólo ocurre con los médicos de Atención Primaria, pues no están mejor las cosas en el caso de los especialistas.
Desde la Junta de Castilla y León nos venden que apenas hay listas de espera; y resulta que cuando tienes que recurrir a una consulta de cualquier especialidad, te das cuenta de que la realidad es bien distinta: en especialidades como Oftalmología la memora es de al menos un año, alagándose en ocasiones a los dieciocho meses. En el caso de que tengas que hacerte una simple ecografía, la espera se va a los cuatro meses… Y eso que tenemos un estupendo equipo nuevo de radiología y ecografía. Ahora bien, el técnico sólo viene una vez a la semana, con lo cual las solicitudes se acumulan. Sin duda, mala organización.
Mucho centro, mucha infraestructura y muy buen equipamiento, pero poca, muy poca, prestación de servicios. Así, en consultas como Medicina Interna, Traumatología, esperas y más esperas. Y si esto no te gusta, te apuntas a un seguro privado (de esos que tanto gustan en algunas comunidades autónomas) y así se te hará mas corta la espera.

martes, 5 de octubre de 2010

¡LAMENTABLE… PELIGROSO!






Hoy me vais a permitir que me salga de los límites geográficos de Miróbriga –aunque no de los emocionales– refiriéndome en mi entrega al Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, y más concretamente a la carretera que da acceso a dicho lugar.
La peña de Francia es para los mirobrigenses casi parte de nuestra ciudad, y casi diariamente decenas de ellos suben a la montaña: unos por devoción mariana y otros por el simple placer de recrear la vista desde el magnifico mirador que nos muestra esa naturaleza viva, salvaje y bellísima de nuestra comarca.
Da igual que sea verano o invierno. Incluso, por mi experiencia personal, yo diría que cuando empiezan las primeras nieves nos desplazamos más, para podérsela mostrar a nuestros niños. Por eso cada vez que decido subir me cuesta más comprender por qué nadie hace nada, ni da un grito de atención sobre cómo se encuentra la carretera que da acceso a la cumbre.
Hasta el Paso de los Lobos, prácticamente a 5 km de la explanada, el firme se encuentra en buen estado, con la carretera perfectamente señalizada, pintada y con los correspondientes quitamiedos (éste es un buen sitio para ellos) bien anclados. Pero es a continuación, en el tramo de subida restante, donde la situación del firme se vuelve lamentable: la calzada está sin pintar, completamente parcheada, escarbada en los bordes que asoman al precipicio y llena de piedras de los desprendimientos.
Como digo, el tráfico es normalmente abundante y hay que rezar, nunca mejor dicho, para no encontrarse un autobús en alguna de las cerradas curvas superiores. Gracias a la prudencia de los conductores, hasta el momento no hay que lamentar ningún accidente importante, salvo los pequeños roces en los espejos que, dada la estrechez de la vía, a veces se producen. En algunos tramos, como podéis ver en las fotos que adjunto, los quitamiedos están sujetos por un hilo, resultando francamente aterradores.
Según uno de los Padres al cargo del Santuario, sería la Junta de Castilla y León la encargada de solventar este problema. No sé si verdaderamente el acceso a lo más alto de la Peña es o no competencia de la Junta. De ser así me pregunto por qué no se continuó arreglando cuando, hace ya unos años, se reparé hasta el Paso de los Lobos ¿O es que al no comunicar pueblos es tierra de nadie?
Desde aquí llamó la atención sobre este punto peligroso. A ver si entre todos conseguimos que ese “pedacito de Ciudad Rodrigo” tenga una carretera en condiciones que nos permita a todos poder subir confiados tantas veces como queramos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

¡OBRAS… BUENAS!






Estas últimas dos semanas nos hemos encontrado una Miróbriga especialmente activa: decenas de obras han comenzado por todas partes. Por un lado hemos visto cómo se excavado grandes huecos en el pavimento en varias calles y plazas del casco amurallado. Sin duda, se comentaba, para soterrar los contenedores que tanto afean la urbe. En el Campo del Trigo, en la calle Madrid, en el campo de San Vicente, ante el Banco de Santander… Sin duda es una medida necesaria y por ello hay que felicitar al Consistorio. Pero no quiero dejar pasar este post sin recomendarle que, tras la instalación de éstos, se esmeren más que hasta ahora, pues las tareas de limpieza y medidas de higiene con los que ya están instalados, brillan por su ausencia (tema éste ya tratado en anteriores entradas). Se debería exigir a la empresa concesionaria del servicio que extremen la limpieza porque el olor a veces es insoportable; y el molesto olor no deja de ser una mácula en ésta, sin duda, acertada elección de disimular los contenedores de residuos sólidos urbanos.
También nos ha sorprendido el Ayuntamiento con la realización, por fin, de obras encaminadas a la eliminación de barreras arquitectónicas en algunas zonas de la ciudad, consiguiendo (no en todos los tramos necesarios, pero sí, al menos, en algunos) facilitar el acceso a las personas con discapacidad. La verdad es que, por las fotos, veréis que les ha faltado el remate final: el aspecto no está muy logrado, pero al menos se van haciendo cosas positivas.
Otra de la obras ha sido el “parcheado” de los baches que había en la Rúa del Sol, bóveda incluida, hasta salir de la muralla. Han ido rellenando con cemento los innumerables socavones que dificultaban el caminar de los muchos peatones que tienen esta zona como subida habitual al centro de la ciudad. Cierto es que podían haberse esmerado algo más y no limitarse a disimular ligeramente los huecos. Pero, dado lo poco que este Consistorio se prodiga en facilitarnos la vida a los peatones, esto es, sin duda, de agradecer. Por eso, esta semana va una palmadita en la espalda a nuestros ediles.