Cada vez que paso por allí, lamento que un edificio relativamente nuevo y con muchas posibilidades de uso se vaya deteriorando día a día. ¿Cómo es posible que lo dejemos echarse a perder, sin que nadie haga algo?
Cuando se planteó la construcción de un hospital, se nos dijo que este edificio quedaría como consultorio diario, pero nos engañaron limitándose a trasladar de sitio lo que ya teníamos. Si se nos hubiera dotado de un hospital comarcal (que era lo que el pueblo demandaba), no hubiéramos tenido que acudir al nuevo centro más que para consultas de especialidades. Una vez más consiguieron alejarnos de los servicios, además de dejar en el más completo abandono este edificio, poblado únicamente por humedades y basura.
El musgo crece en las escaleras; los jardines están secos y poblados de malas hierbas; la pintura de la fachada se está deteriorando, dejando caer a veces trozos del revestimiento; la cerca que lo rodea se cae… Y eso es lo que podemos ver desde fuera ¡qué no habrá en el interior!
Alguien comentaba en un foro local, no hace mucho tiempo, que se necesitaba mejorar y ampliar la sede de la Policía Local, dado que las dependencias sitas en los bajos del Ayuntamiento se les han quedado pequeñas y obsoletas. Relataba esa misma persona cómo nuestros gobernantes planeaban llevarse la comisaría al antiguo matadero municipal, en el Barrio del Puente. No tengo nada contra ese barrio, pero convendréis conmigo en que lo único que conseguirían es alejar de casi todos los ciudadanos este servicio.
Yo me pregunto por qué se empeñan en descentralizar todo cuando no hay ni infraestructura ni transporte adecuado para facilitarnos el acceso. ¿Tendríamos que renovar el DNI en el Puente? Si ya los vemos poco (más de un turista pregunta si los hay y donde están), llevándolos al Puente sí que no los íbamos a ver. ¿Por qué estando ahí ese edificio lo dejamos perder antes que hacer algo? ¿por qué no se negocio o se gestiona y se pone allí la sede de la Policía Local? Y si esta idea no les parece bien a nuestros ediles, que propongan otra cualquiera, pero que se le dé uso al edificio, que no lo veamos caer, que los hierbajos no sigan adornando uno de los pasos más transitados del pueblo.
Enhorabuena Temis. La verdad es que no conocía este blog y me ha encantado. Hoy mismo me he leído todos lo artículos expuestos y no te falta razón en ninguno. Sigue así, aquí tienes una nueva lectora que desde hoy seguirá atenta este blog.
ResponderEliminarEn cuanto a esta queja, es una pena que el viejo centro de salud haya terminado así, pues yo creo que hasta le habíamos cogido cariño.
La verdad es que para nadie es plato de buen gusto tener que desplazarse hasta las afueras del pueblo por cuestiones de salud.
Un saludo. Cris.
Llevas toda la razón, yo lo conozco por dentro ahora que no tiene ninguna separación de las consultas y eso es enorme. En el edificio como he comentado en el foro de Ciudad Rodrigo, podrían entrar a parte de como bien dices la Policía Local (más centrica y accesible), todas las oficinas del Ayuntamiento, con accesibilidad completa para todos los usuarios, tiene rampa, ascensor, y es muy amplio. Es un sitio centrico y con mucho aparcamiento, ¡QUÉ MAS QUEREMOS! Un saludo.
ResponderEliminarYa podemos decir cosas y dar ideas ke los ke tienen ke decir no lo hacen. asi nos va a nosotros con estos politiks. salu2
ResponderEliminarLa autora del Blog, nuestra Lorenza Iglesias en la Red mirobrigense, se explica bien. Mejor dicho, toca temas que interesan; o si se piensa de otro modo, toca temas de los cuales -más o menos- todos nos desinteresamos.
ResponderEliminarSi el pueblo, si nuestra tierra, es el "recibidor" de nuestra propia casa, poco favor nos estamos haciendo a nosotros mismos.
Es decir, igual que siempre. Luego vendrán a vendernos la moto, y vuelta Cristo a padecer. No tenemos la castellanía suficiente, ni el sentimiento leonés, para pelear y reclamar hasta que las cosas del común mejoren. O en este ejemplo que nos ponen desde "La Brecha", adecuar unas viejas instalaciones para un posible uso actual, tan precario como se está en Ciudad Rodrigo de tantas cosas.
Por no tener, no tiene ni el atractivo suficiente como para que numerosos empleados, profesionales, técnicos, u otros oficios se retengan en la vieja ciudad del Conde Rodrigo morando en la misma. A modo de ejemplo es preciso ver el autocar de línea según llega -a primera hora de un día laborable- desde Salamanca con los más diversos oficios que han de abrir oficinas, despachos, colegios, consultas, empresas, registros, notarías... Y en cuanto terminan su jornada, a escape se marchan para Salamanca nada más empezar las primeras horas de cada tarde.
Así se ha quedado el antiguo Centro de Salud, sobre el solar donde estuvo hace muchos años el emblema de Las Tres Columnas. Casi enfrente, otro derrotado... por la grafiosis: El Árbol Gordo, a cuya muerte en pie se la he vestido de enredaderas, por aquello de que verde es el color de la esperanza. Sin embargo, ese trozo de tierra, junto a la fresca y susurrante fuente, bien valdría para replantar una olma nueva.
Esa república tan particular, que cada uno llevamos por dentro, no nos deja expresar: El rey ha muerto, ¡Viva el Rey!; cuando lo más práctico sería: a rey muerto, rey puesto... Entienda el internauta lector que donde dice "rey", puede ir bien un edificio en desuso, o el tronco muerto de un simbólico árbol. Es decir, nuestra práctica castellana renovadora es más bien deficiente.
Pasar junto al viejo Centro de Salud, subiendo por la Avda. Foxá, camino de Carrefour -o para hacer puñetas- tiene su trago amargo al comprobar la dejadez de unos jardines llenos de matas secas, que antaño se usaron para escobas. Es la representación oficial de que la ciudad mitrada, aún con las murallas remozadas, se queda más vacía que el ojo de un tuerto. ¡No hay ni una librería intramuros!
Pero no conviene echar la culpa siempre a los mismos. La comodidad que nos otorgamos, cogiendo el auto para "subir" a la Ciudad con tal de hacer un recado, trae estas consecuencias tan interesadas en que los demás me solucionen este desinterés donde nos hemos instalado.
En los trabajos públicos o privados, ha tomado carta de nacionalidad con todos sus derechos el "cuanto menos palos demos al agua, mejor". No nos agobien hablando de obligaciones, porque me deprimo, me pido la baja laboral, y quien venga detrás que aguante si puede.
Tanto se reclamó una justa mejora en la asistencia sanitaria, que todo ciudadano merecen, y un poco más nos instalan el nuevo Centro de Salud en el balneario de Retortillo (las aguas termales de San Giraldo dejaron de manar hace años)
Ese nuevo Centro de Salud, entre tanto rifi rafe, fue a caer donde empieza el campo. Pilla mal a los propios empleados de Sanidad; pila mal a los afiliados de nuestra Seguridad Social (creada en tiempos de dictadura para servir a los trabajadores, y no para que los trabajadors sirvieran de esclavos paganinis a la Seguridad Social)
Disculpe nuestra vehemente bloguera, pero tanto desinterés general me enciende. Todo lo sociable, ha sido trastocado por los sacerdotes-economistas que limpian de acreditados empleados a la más sencilla o complicada empresa, y dejan en desuso edificios enteros.
Sigue sonando para siempre, el epitafio floral sobre el ferétro del actor José Luis López Vázquez: ¡Qué disparate!
Jacinto.