



Están ya próximos los días en que nuestro Teatro Nuevo “Fernando Arrabal”, va a ser uno de los escenarios principales; y a fecha de hoy éste no presenta su mejor aspecto.
Llamadme exagerada, pero si hay algo que me parece importante es la presentación. Porque es la imagen con la que recibimos a nuestros visitantes y no sólo a extraños es a quien debemos prestar atención, sino también a nuestros conciudadanos, aquellos a quienes pedimos el voto. Por eso hoy quiero llamar la atención de nuestros gobernantes (a todos, no sólo al delegado que corresponda) sobre el estado de suciedad que presenta el exterior del teatro, pues no sólo de flores y arreglos han de ocuparse los encargados que han de tener el edificio dispuesto para la multitud de eventos que ahí se enmarcan (desde pregones a presentaciones, tales como la de la Reina y Damas o el Libro del Carnaval).
Las palomas y los distintos pajarillos que adornan nuestra ciudad en exceso como he dicho en alguna otra entrada, tienen las marquesinas llenas de excrementos. Así como el suelo es barrido regularmente por los servicios de limpieza y con ello se disimula un poco la suciedad, la marquesina de la taquilla, sin embargo, está pleno de mugre, dando una imagen penosa y de dejadez vergonzosa. La marquesina mayor, acristalada, que protege los accesos al teatro tampoco es que muestre su mejor cara, ya que, además de tener varios de sus cristales rotos, acumula igualmente multitud de restos orgánicos.
Todo esto desluce el edificio, la calle y, si me apuran, manchan la imagen que queremos proyectar de la ciudad. En estos días, en que diferentes cámaras de televisión, autoridades y visitantes van a poner los ojos en ese escenario, es el momento de reparar, limpiar y arreglar estos pequeños desperfectos que para mí resultan de suma importancia. Espero que mi queja llegue a los oídos de quien corresponda y se tomen medidas lo más pronto posible, para que el Teatro luzca como se merece.
Veo cómo está el panorama y leyendo esta entrada, yo me pregunto, ¿pero es que nuestros gobernantes estas cosas no las ven? Pues no, realmente no. Ellos no tienen que pagar la entrada y estar allí pisando los escrementos con su zapatos limpitos. Ellos llega con sus trajes pulcros, impolutos a figurar y a decir aquí estoy yo, entran (claro, sin fijarse en el exterior..., ni siquiera en toda esa gente que está esperando en la puerta para entrar, diría yo) ven lo bien que está el interior, la cantidad de gente que hay, escuchan el acto en cuestión y... así hasta el siguiente.
ResponderEliminarLa verdad, que es una pena, una vergüenza que tengamos el pueblo así y que nadia haga algo.
Un Saludo Temis