




He dejado pasar el tiempo para ver cuál era la respuesta del Consistorio, hasta hoy, algo más de un mes desde que unos gamberros destrozaran -una vez más- la valla de La Glorieta. Desconozco qué obtienen de semejante barbaridad (pues nunca he entendido el porqué de estos destrozos o de cualquier otro), los que hacen estas atrocidades.
No culpo a nadie, aunque también es verdad que, si hubiese mayor vigilancia, no abundarían estos actos vandálicos. Pero ante la inacción de las autoridades, no he podido menos que “subir” mi malestar y mis quejas a este particular altavoz que las nuevas tecnologías me brindan.
Paso a diario por esa zona que, desde siempre, es un punto de paseo de muchos mirobrigenses; y me enfada comprobar que pasan los días y los destrozos siguen ahí sin que nadie haga algo… Y eso que las obras de remodelación del parque están a escasos dos metros. Si bien también es cierto que, aunque han colocado la correspondiente cinta policial alrededor de la valla, nada de nada de reparar semejante desatino. Y dejándolo así lo único que conseguirán es que otra noche de éstas los “simpáticos” que hicieron tamaño desaguisado continúen “su obra”, o bien que otros intenten emularlos, con lo que el roto se ampliará y el coste de la obra seguirá subiendo. Además, el sitio donde se han causado los desperfectos en el parque es precisamente el paso obligado de los estudiantes de IES Tierra de Ciudad Rodrigo y su lugar favorito de permanencia en cambios de clases, o descansos. Habitualmente se les ve encaramados sobre dicha valla. Por ello es prioritario su arreglo.
Es evidente que estamos en crisis no se cansan de repetírnoslo desde informativos, emisoras de radio y periódicos. Es cierto que los ayuntamientos andan escasos de liquidez, pero también es verdad que hay cosas que hay que urge llevar a cabo; y abuen seguro que el Consistorio dispone de dos o tres operarios para reparar la valla… Y si no, me permito recordarles a nuestros ediles (esos que en dos días empezaran a pedirnos el voto de cara a las Generales) que siempre hay partidas de las que se puede tirar. Aunque conociendo su desidia (años llevo reclamando que se sustituyan los cristales y se reparen las ventanas de los bajos del Ayuntamiento) y, por lo que parece, nunca es el momento.
A ver si ahora se escuchan mis quejas y se le da pronta solución al Parque.
Tienes razón; una ciudad tan bonita y tan descuidada...
ResponderEliminarLa solución contra el vandalismo no debería ser la vigilancia, sino una buena educación cívica en los colegios.
Saludos desde muy lejos de Ciudad Rodrigo.
Rosa