




En estos días de pesimismo, incertidumbre e incluso miedo, dada la actual situación económica, me duele horrores recorrer la calles de nuestra ciudad y encontrarme carteles de “SE VENDE” y “SE ALQUILA”.
Cada vez son más los locales vacíos, muchos llevan unos cuantos años cerrados. Años antes de que la omnipresente crisis hubiese enseñado su negra faz, ya estaban vacíos. Pero es hoy cuando su visión golpea más mi ánimo; quizás sea porque se han hecho más visibles y parecen querer demandarme que grite en su nombre. Porque muestran una vez más el abandono y cómo la muerte en nuestra tierra viene pisándole los talones.
¿Por qué nadie se atreve a empezar un negocio, con la oferta de establecimientos que hay hoy en día?
Será porque afrontar los numerosos gastos que una nueva empresa tiene que acometer es, sin duda, un esfuerzo de titanes, aunque nos vendan que el capital inicial es fácil de obtener (raro es el día que los bancos, los únicos que siguen ganando en esta crisis, no nos ofrecen un crédito).
Los alquileres en Ciudad Rodrigo son abusivos e insostenibles y eso, unido a la multitud de pagos (impuestos municipales, autonómicos, centrales…) que a final de mes hay que afrontar, hace que los jóvenes descarten la sola posibilidad de arriesgarse.
Éramos una ciudad eminentemente comercial y centro de una amplia comarca, hoy terriblemente envejecida e incluso diría que empobrecida por la falta de savia nueva, ya que los jóvenes se han visto obligados a exiliarse para poder buscarse un futuro que aquí se ha visto difícil.
Para colmo, lo que se suponía que era el futuro y nuestro gran beneficio, la autovía, nos ha traído una sangría aún mayor: las familias no quieren vivir en Ciudad Rodrigo. Hace unos años los empleados de la Seguridad Social, bancos, centros educativos… trasladados a nuestra ciudad optaban por quedarse aquí a residir con sus familias (compraban o alquilaban sus casas, criaban a sus hijos, aportando riqueza a nuestra localidad). Ahora, en cambio, estos trabajadores van y viene en el autobús o en su coche particular y aquí no se dejan ni un euro… ¿Tan terrible es vivir en nuestra ciudad para que la gente escape de ella?
Y todos tenemos la culpa: nuestros políticos porque no hacen algo; nuestras empresas por tener ese complejo de inferioridad; y nosotros mismos, con ese carácter inmovilista y para nada luchador.
A lo mejor es que yo soy muy rara, pero me da pena que lo único que nos preocupe sea una escultura, cuando hay tantas cosas que se han llevado y por las que no nos hemos movilizado.
-lA CULPA DE ESTOS POLITIQILLOS QUE LO UNICO QUE LES INTERESA SON OTRAS COSAS DISTINTAS DEL VENFICIO DEL PUEBLO.NO TENIAMOS INDUSTRIA POR NO TENER BUENAS CARRETERA(AUTOVIA),TENEMOS BUENA COMUNICACIONES,SEGUIMOS SI TENER INDUSTRIAS,SIN ESPERAR TENERLAS.
ResponderEliminarSALUDOS,UN LECTOR
Tienes razon con lo de los alquieleres altos que hay muchos negocios que se han arriesgado a abrir y al poco tiempo no han podido seguir pr no sacar para pagar el alquiler. y pienso yo que los propietarios podian plantearse obtener algun beneficio mejor que ninguno, bajando los precios. pero debe ser que no lo necesitan.
ResponderEliminarademas el ayuntamiento, en cuanto los edificios medio arruinados, podia obligarlos a que se derribaran.