Hoy quiero referirme a uno de los puntos negros de nuestra ciudad, en lo que al tráfico se refiere: la Puerta del Sol y concretamente la bóveda que comunica el recinto amurallado con los arrabales, paso obligado y uno de los más transitados y, a la vez, más peligrosos… Todo a causa de la falta de civismo y consideración de algunos conductores.
Parece que no entienden que (aunque no convencional, dada sus características), es un paso de peatones y una señal informativa así lo previene. Pero da igual. Algunos deciden que llevan prisa y nos les importa lo más mínimo que haya peatones dentro de la bóveda, obligándoles a arrimarse todo lo que puedan a la pared. A más de una le han golpeado el bolso e incluso el brazo con el espejo retrovisor… Y encima no les digas nada, que te increpan. Incluso llegan algunos (no todos, por suerte) a censurar a las personas mayores que tardan un poquito más en atravesar la bóveda. Yo misma he contemplado cómo han hecho retroceder a una mamá con el carrito del niño, cuando ella había entrado primero en la bóveda. Con situaciones como ésta parece que estemos en una ciudad sin ley (jamás he visto a ningún policía local advertir a ningún conductor de la prioridad de los peatones, porque nunca están por allí). La pasada semana un niño sufrió allí un atropello que, por suerte, no fue de consideración. Pero el peligro permanece y hay gente que comenta que debería ponerse un semáforo para evitar problemas.
Yo no estoy segura de que esa sea la mejor solución: un semáforo ralentizaría mucho más el tráfico. Por otra parte hay momentos en los que los coches no son tan abundantes. Quizás remarcando la señal informativa con un cartel complementario, sería más efectivo que el semáforo. Pero algo habrá que hacer para evitar que en el futuro tengamos que lamentar alguna desgracia. Por favor, conductores: pensad al atravesar la bóveda que todos somos en algún momento peatones…