




Hoy le toca el turno a la Catedral de Santa María, otra vez en obras y acompañada de grúas y andamiajes. Hacía ya algún tiempo que no la veíamos así. Como habréis podido observar en las fotos que adjunto en entradas anteriores, suelo hacer desaparecer las grúas que tanto la afean.
Las últimas obras de importancia se efectuaron con motivo de la Exposición de Las Edades del Hombre y entonces devolvieron a nuestra Catedral al esplendor de otros tiempos. Por cierto, nadie se ha molestado aún en quitar los carteles que anunciaban aquella obra, a pesar de que desde este blog se denunció. Y hoy en día conviven juntos los carteles de las actuaciones anteriores y los actuales. Debe ser que la Junta necesita continuamente publicitar sus logros. Ahora el motivo de los trabajos es diferente: en arqueología, lo mismo que en la vida, hay modas y últimamente los científicos y estudiosos quieren restauran los edificios o construcciones de otra manera.
Son propensos a que los trabajos de restauración sean visibles; es decir: no se trata de arreglar, como antes, los desperfectos causados por el paso del tiempo, disimulándolos lo mejor posible, sino de resaltar las tareas de rehabilitación procurando que las actuaciones llevadas a acabo se noten.
Por ello, ahora han decidido que en la torre de nuestra seo vuelvan a lucir las cicatrices que, durante la Guerra de la Independencia, causaron los bombardeos, y que de nuevo salgan a la luz los huecos que antaño, al terminar la contienda, habían sido cegados con ladrillo y cal por un ingeniero militar.
Ahora se van a retirar todos los rellenos con lo que se descubrirán nuevamente los impactos haciendo que la fachada resulte nuevamente “destrozada”, tal y como quedó tras los sitios a que fue sometida la ciudad.
Parece que ya se han retirado los andamios de la torre, que aquí habrían finalizado las obras. Os muestro las fotografías y os comento que, a pesar de que el resultado global sí me gusta, no me acaba de agradar sin embargo “el tejadillo metálico” que recubre el friso. Considero que poner ahí un elemento tan diferente a la piedra, no hace sino deslucir el conjunto. El que ahora quieran enseñarnos las cicatrices me resulta indiferente, cualquier día volverán a cambiar las tendencias y seguramente los volverán a mandar rellenar. Lo importante es que se reparen, se restauren y se cuiden todos los edificios y construcciones de nuestra ciudad.
Tienes Razón, Temis, Pero al menos haciendo y desahciendo dan trabajo. Un saludo Lola
ResponderEliminarLo de los carteles de verguenza. Y siguen sin quitar los antiguos, es para qeu vean que la Junta gasta dinero en el pueblo. Pura propaganda electoral
ResponderEliminarPrimero que creen trabajos para que no nos tengamos que ir del pueblo y luego que se gasten en restaurar, que de momento esas tonterias de gastos no hacen falta, no les va a pasar nada a los edificios porque esten asi, en cambio a las personas por no ganar dinero si se les pasan cosas.
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