POR QUÉ ESTE BLOG
Este blog nace como consecuencia de la observación repetitiva de las deficiencias de nuestra bella ciudad.
Caminando diariamente por sus calles y sus espacios, se palpa una Miróbriga diferente a la ciudad que nos quieren vender: nos ofrecen historia, arte, belleza… y normalmente nos encontramos con una ciudad descuidada, una urbe a la que le fallan muchos de sus escaparates. Una villa que se hunde entre el abandono y la dejadez. Un pueblo que obliga a sus jóvenes a estudiar lejos de sus murallas, a emigrar porque aquí no encuentran una mínima posibilidad de supervivencia.
Sin embargo, y aunque pueda parecerlo, no es sólo crítica lo que pretendo.
Busco, como su nombre indica y aprovechando el Bicentenario, derribar ese muro que ante sus ojos tienen muchos vecinos y nuestros gobernantes.
A través de este espacio, pretendo abrir una brecha en este conservadurismo que nos gobierna, así como remover conciencias conformistas. Invito a todos aquellos con las mismas inquietudes que yo a que denuncien desde aquí aquello que les parezca injusto, indebido, antiestético, peligroso… Intentemos frenar el deterioro de la ciudad, especialmente cuando éste ese deba a la desidia de nuestros políticos. Espero que mi voz se deje oír y os pido que las vuestras me acompañen.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
LLEGARON LOS FRÍOS
Llegó el frío. Se acabaron los días acariciadores en los que aún los rayos del sol nos calentaban tímidamente la piel. Y llegó como siempre llega en Miróbriga: de repente, sin avisar.
Los abrigos volvieron a salir de los armarios para cubrirnos en nuestros paseos diarios; cada vez más solitarios, pues las temperaturas invitan a permanecer sentados en la camilla, encontrando el retiro en un libro, tal vez en una película y cada vez son menos los valientes que se dedican a dibujar el contorno de la ciudad con sus pasos.
Ya no quedan terrazas donde sentarnos alrededor de un refresco y buscamos el interior de los establecimientos para parar un ratito en el deambular. Los árboles de las plazas han sido mutilados, sin duda con el propósito de no tener que recoger las hojas que ya habían empezado a desvanecerse y aparecen trasquilados, desnudos… esperando que la primavera, aún lejana, les devuelva sus ropajes.
Nuestro río, enmoquetado por las hojas que abandonan presurosas los árboles dejando paso a una desnudez que aún así es bella, nos devuelve imágenes frías y a la vez hermosas y plácidas. Es cerca del Águeda y, a pesar de sus deficiencias, donde sin duda podemos encontrar la serenidad que la vida diaria nos roba.
Mudos están el río y sus alamedas, con apenas un crepitar de las hojas secas bajo nuestros pies. Tan sólo el sonido tranquilizador del agua o algún ladrido lejano rompe la quietud. ¡Qué maravillosas imágenes podemos capturar con nuestras cámaras de los escasos colores que todavía están: los amarillos, naranjas, grises y marrones que nos muestran que el otoño está llegando a su fin y que ese invierno tan temido se acerca a pasos agigantados!
Esperamos ya los pocos días que quedan para volver a oír el bullicio en nuestras calles, pues el puente se acerca. Y él devolverá a la ciudad sus hijos desperdigados por los rincones de nuestra patria. Decenas de pisos, hoy cerrados, volverán a abrir sus ventanas. Pues a pesar del tiempo, la gente regresa a su madre, a su patria chica, Y por unos días volverá el ajetreo a nuestras calles y sentiremos que nuestro pueblo no está muerto, que sigue quedándole una esperanza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Con estas palabras, por un momento me he dado un paseo muy agradable por la alameda de mi añorado pueblo. Las fotos son preciosas y la verdad, que en cada estación del año nuestro querido Ciudad Rodrigo cambia de color y a cual más bonito.
ResponderEliminarBueno, que me ha encantado. Que sigas paseando (ya que algunos no podemos) y deleitándonos con estas maravillosas fotos.
Un Saludo.
¡Vaya si han llegado los fríos! ¡Y de qué manera! De sopetón, como siempre.
ResponderEliminarPero el invierno también tiene su encanto: recogerse al brasero o en torno a una buena lumbre, las castañas asadas, los paseos buscando las caricias del sol...
Y en nada tenemos aquí la Navidad, momento alegre y entrañable como ninguno.
Así que ya sabeis: a mal tiempo, buena cara.
Muy bonitas las fotos, Temis. Gracias
Bonita entrada, Temis, ilustrada como en otras ocasiones con preciosas fotografías... (ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras).
ResponderEliminarSaludos a todos.
Marcial
Ha nevado? en Madrid lo hizo ayer tarde. Me gustaría si nieva pusiese fotos del pueblo nevado, se pone tan bonito... y en la distancia nos gusta verlo. Un abrazo y sigue asi Una Mirobrigense ausente
ResponderEliminar