



Hoy quiero dedicar mi paseo a una zona de la ciudad recientemente arreglada, la alameda vieja. Y en esta supuesta reparación he encontrado grandes lagunas.Nada más iniciar el recorrido, observé que los anclajes de las casitas de madera, antaño destrozadas por las inundaciones, seguían ahí, quizás para recordarnos que una vez estuvieron... ¿Sabe alguien si es que los van a reutilizar? porque si no es así, no veo sentido a su permanencia; como tampoco se lo encuentro a que permanezcan allí las estructuras de las casitas que sobrevivieron a la crecida. El deterioro es tal que no puede una entender qué hacer con esos esqueletos, porque ni siquiera sirven para resguardarse del sol en verano. O se arreglan o se quitan, tal como están afean. ¿Y qué me decís de los aseos? ¿Es que nadie se ha fijado en el impacto visual negativo que producen semejante caseta? ¿No habría una pintura o un revestimiento más adecuado al entorno? Así mi pequeño paseo ha sacado a luz una vez más un sin fin de detalles poco cuidados. Permitidme un último apunte y su interrogante ¿por qué en Miróbriga los problemas tardan tanto solucionarse? Estoy cansada de que, cuando algo se estropea, llámese calle, farola, loseta de un parque… como dice la canción, “pasaran más de mil años y esa obra seguirá igual”. Me refiero hoy, como podréis ver por las fotos, al desperfecto que se ha ocasionado (y ya va para más de 15 días) en la carretera de esta alameda. A la altura de una casa rural se ha levantado el asfalto. Bien; pues la solución más socorrida, hasta sabe Dios cuándo, es colocar la correspondiente valla amarilla que nos advierte de una obra y todos tan contentos. Pero los días van pasando y aquello sigue igual. Espero que no dure tanto como el desperfecto que se produjo en la última crecida pasada la fábrica de La Concha ¿recordáis? El tramo estuvo cortado más de un año. ¡A ver si esta vez se arregla antes!
da pena la verdad y al rededor de los servicios esta todo lleno de vasura...
ResponderEliminarsalu2